Moscú, 9 sep (EFE).- El Gobierno ruso estudia la posibilidad de
suspender la exportación de aceite crudo de girasol y de colza o
bien de imponer altos aranceles que limiten las ventas al exterior,
informó hoy el viceministro de Agricultura, Serguéi Koroliov.
El ministerio celebra consultas con la Unión de Productores de
Aceites Vegetales (UPAV), y la decisión se tomará cuando termine la
recogida de la cosecha, tras calcular las reservas y analizar la
situación en el mercado, dijo el funcionario a la agencia Interfax.
La UPAV ha pedido al Gobierno que desde mediados de septiembre
suspenda por medio año la exportación de aceites vegetales al granel
y de semillas de girasol debido a la escasa cosecha y la subida en
un 50 por ciento de los precios establecidos por los agricultores.
El aceite de girasol es un producto básico de la cesta de compra
del ruso, por lo que el Gobierno del primer ministro, Vladímir
Putin, también está muy interesado en limitar la subidas de los
precios.
Según especialistas, se espera que a causa de las bajas
temperaturas durante la siembra en mayo y del calor anómalo entre
junio y agosto el porcentaje de grasas en el girasol sea este año
del 39-40 por ciento, frente a la media habitual del 50 por ciento.
Esto significa que la cosecha, que los expertos calculan de entre
5,2 y 6 millones de toneladas (frente a 6,5 millones en 2009), solo
alcanzaría para producir aceite de girasol para el consumo interno,
estimado en unos 2,5 millones de toneladas al año.
Al tiempo, Vladímir Petrichenko, director general de la compañía
Prozerna, aseguró al diario de negocios "Védomosti" que entre
septiembre de 2009 y septiembre de 2010 en Rusia se produjeron unos
2,5 millones de toneladas de aceite de girasol, cantidad de la de
fue exportada la quinta parte, 500.000 toneladas.
En caso de que el Gobierno no apruebe la suspensión, la UPAV pide
que se imponga un arancel prohibitivo, de 200 euros por tonelada,
para la exportación de aceite de girasol, que actualmente no está
gravada de ninguna forma.
La exportación de semillas de girasol está gravada ahora con un
arancel del 20 por ciento, pero no menos de 30 euros por tonelada,
que la UPAV pide elevar al 30 por ciento, pero no menos de 120 euros
por tonelada.
Al tiempo, Vadim Vikúlov, director de la compañía Aston, que
controla un diez por ciento del mercado ruso de aceite de girasol,
considera innecesario embargar o gravar la exportación de ese
producto, al señalar que su precio interno es ahora ligeramente
superior al mundial.
Según "Védomosti", el precio de las semillas de girasol es
actualmente de 16.000 rublos (518 dólares, 407 euros) por tonelada,
frente a 10.000 rublos (324 dólares, 255 euros) hace un año.
El precio actual del aceite de girasol crudo al granel es de
36.000 rublos (1.165 dólares, 916 euros) por tonelada, cuando en
julio pasado era de 24.000 rublos (777 dólares, 610 euros).
La UPAV espera que las restricción para la exportación reduzcan
los precios de las semillas, a lo que se oponen los agricultores.
"Si el precio de la semilla baja hasta los 12.000 rublos (388
dólares, 305 euros) por tonelada, la rentabilidad caerá hasta un
10-15 por ciento. Teniendo en cuenta las pérdidas por el embargo a
la exportación de grano y la reducción de la cosecha, esto nos
arruinará", dijo al diario el director de la empresa "Valara-agro".
Una ola de calor sin precedentes y numerosos incendios forestales
destruyeron una cuarta parte de la cosecha en Rusia, donde este año
solo esperan recoger unos 60 millones de toneladas de cereales, lo
que llevó al Gobierno a suspender las exportaciones de grano hasta
septiembre de 2011. EFE