Berlín, 26 oct (EFE).- La Unión Cristianodemócrata de Angela
Merkel (CDU) y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU)
dieron hoy luz al pacto de coalición con los liberales para un nuevo
gobierno de centroderecha que centrará su política de los próximos
años en combatir la crisis mediante rebajas fiscales.
"Será una coalición cuya política estará marcada por la prudencia
económica y la responsabilidad social", dijo Merkel ante el congreso
de la CDU que refrendó el tratado.
La canciller defendió los planes de combatir la crisis mediante
alivios fiscales, proyecto calificado por numerosos expertos como
osadía por la explosión del déficit que ello conllevará.
La líder cristianodemócrata argumentó que la decisión de recurrir
a un mayor endeudamiento no se ha tomado a la ligera, sino tras
sopesar las dos únicas variantes posibles: incrementar el ahorro
público o incentivar el consumo interno.
La experiencia de la primera crisis económica mundial en 1929
demostró, según Merkel, que fue un error apostar por el ahorro
prematuramente.
Ante esas dos opciones, dijo, la futura coalición ha preferido
"apostar por el crecimiento, consciente de que no garantías de
éxito, pero partiendo de la base de que hay posibilidades de que
funcione", algo que, según añadió, no hubiera sido posible
limitándose al ahorro estricto.
Uno de los puntos cardinales del pacto de coalición lo conforma
una descarga fiscal de 21.000 millones de euros en 2010, y de 24.000
millones a partir de 2013, medidas que parcialmente fueron lanzadas
ya por el gobierno saliente con los socialdemócratas.
La mayor parte de estas medidas irá destinada a ayudar a las
familias con hijos que verán aumentados los subsidios mensuales por
hijo en veinte euros, para llegar a 200 euros, y además podrán
desgravar 7.008 euros anuales por cada hijo en lugar de los 6.024
que regían hasta ahora.
Los alivios fiscales tienen como objetivo incentivar el consumo
en un momento en que se prevé un aumento del desempleo.
Pese a que las previsiones económicas son algo mejores y se parte
de una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 5% en lugar
del 6% que se temía inicialmente, Merkel advirtió de que es
demasiado pronto para lanzar las campanas al vuelo.
"Todavía no sabemos qué pasará en EEUU, Asia o África", dijo
Merkel, que subrayó que de lo que se trata es de tomar medidas
"preventivas" para que no se repitan crisis como lo que se está
viviendo.
Merkel defendió la controvertida partida presupuestaria de 20.000
millones para hacer frente a gastos sociales derivados de la crisis
y paliar así sus efectos sobre los ciudadanos, que se ha bautizado
como "paraguas de protección para los trabajadores" y que la
canciller comparó hoy con un programa similar aprobado a comienzos
de año para la banca.
"Estábamos ante la opción de subir las cotizaciones al seguro de
desempleo, lo que hubiera ido exclusivamente a costa de los
trabajadores o de financiar los gastos adicionales recurriendo a
todos los contribuyentes, es decir, a los presupuestos estatales",
dijo la canciller, y añadió que los tres partidos de la nueva
coalición consideraron la segunda posibilidad como la "más justa".
Uno de los puntos más criticados de las negociaciones de
coalición fue precisamente lo que ahora se ha venido a bautizar como
"paraguas para los trabajadores", pues inicialmente se contemplaba
aprobarlo como un presupuesto paralelo que no estuviera incluido en
el erario total y afeara así aún más el de por si abultado déficit.
Los futuros socios de la coalición tenían además previsto
incluirlo como presupuesto adicional a los Generales de este año, es
decir, como partida del gobierno saliente y no del entrante.
Finalmente, el designado ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble,
decidió poner freno a esta idea surgida del socio liberal, y
prefirió incluirlo en la contabilidad del próximo año.
Todas estas medidas llevarán a que Alemania no pueda alcanzar en
toda la próxima legislatura el objetivo de un presupuesto
equilibrado, como reconoció Schäuble ayer y Merkel corroboró hoy.
Lejos de acercarse a una consolidación presupuestaria, las
últimas cifras de expertos apuntan a que en 2010 seguirá bajando la
recaudación fiscal, el déficit se disparará hasta la histórica suma
de cerca de 90.000 millones de euros.
Una vez que los tres socios de la coalición firmen oficialmente
esta tarde el pacto, Merkel podrá someterse el miércoles a su
votación en el nuevo parlamento, que se constituirá mañana. EFE