Washington, 28 ene (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama,
anunciará este viernes una serie de medidas para incentivar las
contrataciones y los aumentos de sueldo entre las pequeñas empresas.
Según adelantó hoy la Casa Blanca, las medidas incluyen una
desgravación de 5.000 dólares por cada nueva contratación neta que
efectúen las empresas durante 2010.
El total de la desgravación que podrá recibir una compañía en
concepto de nuevas contrataciones no podrá superar el medio millón
de dólares, para garantizar que la medida se dirige a las pequeñas
empresas.
Las compañías recién creadas que empiecen a contratar personal
podrán recibir la mitad de ese beneficio fiscal.
La desgravación, subrayó la Casa Blanca, sólo se aplicará a las
ampliaciones reales de plantilla: si una empresa despide a un
trabajador y contrata a otro para reemplazarlo, no podrá reclamarla.
Tampoco podrá hacerlo si despide a un trabajador y contrata a dos
que cobren cada uno la mitad del empleado cesante.
En su nueva iniciativa, la Casa Blanca también busca alentar las
subidas de sueldo.
Según los datos distribuidos por el Gobierno, las pequeñas
empresas que aumenten los salarios o las horas retribuidas a sus
empleados recibirán la devolución de los pagos a la Seguridad Social
que efectúen correspondientes a esos aumentos.
Esta devolución, puntualizó la Casa Blanca, no se aplicaría a los
aumentos salariales por encima del máximo impositivo actual de
106.800 dólares.
Las empresas podrán recibir la devolución cada trimestre, en
lugar de anualmente, "lo que beneficiará su liquidez y un mayor
incentivo para contratar y aumentar los sueldos", aseguró.
Obama anunciará la iniciativa durante una visita que tiene
prevista a Baltimore, en Maryland, mañana viernes.
El costo de la medida se calcula, según la Casa Blanca, en cerca
de 33.000 millones de dólares.
El presidente estadounidense aseguró el miércoles, en su discurso
sobre el Estado de la Unión, que la creación de empleo sería su
"prioridad número uno" a lo largo de 2010.
El índice de desempleo en Estados Unidos alcanza el 10 por ciento
y la Oficina de Presupuestos del Congreso prevé que ese nivel se
mantenga a lo largo de este año y el próximo. EFE