Macarena Vidal
Washington, 4 may (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama,
defendió hoy la necesidad de una reforma del sistema financiero que
proteja a los consumidores y regule el comportamiento de Wall
Street, en un discurso ante empresarios.
Obama se dirigió hoy a la reunión anual en Washington del Consejo
Empresarial, una entidad compuesta por algunos de los ejecutivos más
destacados del país, a los que instó a apoyar el proyecto de ley que
se debate en el Congreso sobre reforma financiera.
"Las medidas que hemos propuesto de ningún modo están destinadas
a perjudicar a las empresas", aseguró el mandatario estadounidense.
En su lugar, "como hemos aprendido tan dolorosamente en los
últimos años, el Gobierno tiene la obligación de establecer reglas
de sentido común en los mercados", agregó.
De otro modo, "algunos pueden encontrar más atractivo tratar de
aprovecharse del sistema que competir e innovar de manera honesta
dentro de él".
Obama hablaba cuando el Senado ha comenzado el debate acerca del
proyecto de ley y se dispone a votar hoy una enmienda que estipula
que los contribuyentes no tendrán que cubrir las pérdidas
resultantes si el Gobierno se ve obligado a liquidar una compañía
financiera de gran tamaño.
El Senado tiene previsto continuar el debate de la medida y votar
sobre diversas enmiendas a lo largo de las próximas dos semanas.
Obama advirtió hoy en su discurso contra algunas de esas
enmiendas, presentadas por la oposición republicana y que, a su
juicio, servirían para debilitar la medida.
Así, declaró que "no podemos dejar que esta reforma quede
aguada". "Y a aquellos entre ustedes en el sector financiero cuyas
empresas pueden haber contratado a cabilderos que busquen debilitar
la ley, les insto... a unirse a nosotros, no a combatirnos", añadió.
Entre algunas de esas propuestas, la Casa Blanca ha enumerado
enmiendas que eximirían de la regulación a los concesionarios
automovilísticos que conceden financiación y a los departamentos de
crédito de grandes almacenes.
En su discurso, Obama también aludió a una de las grandes
preocupaciones de su Gobierno en los últimos días, el vertido de
petróleo en el Golfo de México, cuyo coste económico se contará en
los miles de millones de dólares.
Obama expresó su compromiso a limitar lo más posible el daño a la
economía de los estados costeros a causa del vertido.
"Estamos comprometidos a limitar lo más posible el daño económico
trabajando para contener el impacto de este vertido potencialmente
devastador", destacó el presidente estadounidense.
Así, "exploraremos todas las opciones para crear empleos y apoyar
las economías locales en el golfo mientras seguimos supervisando los
posibles efectos en la economía nacional", aseguró.
Y donde sea posible, aquellos más afectados por el desastre, como
los pescadores que se ven impedidos de salir a faenar, deberían ser
contratados para las tareas de limpieza, explicó.
Pero Obama subrayó que, pese a todo, la economía del país ha
comenzado a recuperarse tras la grave crisis. La prioridad ahora,
indicó, es la creación de empleo.
Las declaraciones del mandatario se producen después de que el
Departamento de Comercio anunciara hoy un aumento de los pedidos a
las fábricas estadounidenses del 1,3 por ciento en marzo, muy por
encima de la caída del 0,1 por ciento que calculaban los analistas.
Si se excluye el sector del transporte, los pedidos crecieron un
3,1 por ciento, lo que supone el mayor crecimiento desde agosto de
2005.
A ello se suma el anuncio también hoy, por parte de la Asociación
de Agentes Inmobiliarios, de un aumento del 5,3 por ciento en la
firma de contratos para la adquisición de viviendas de segunda mano,
en sendos datos que apuntan a una recuperación de la economía
estadounidense. EFE