Washington, 5 feb (EFE).- La caída del porcentaje de desempleo en
EE.UU., que pasó del 10 al 9,7 por ciento en enero, representa una
"causa de esperanza, pero no de celebración", afirmó hoy el
presidente Barack Obama.
Según los datos oficiales dados a conocer por el Departamento de
Trabajo, la economía de Estados Unidos tuvo en enero una pérdida
neta de unos 20.000 empleos pero, en un signo que el Gobierno
considera alentador, el índice de desempleo bajó tres décimas y se
ubicó en el 9,7 por ciento de la fuerza laboral.
En unos breves comentarios en una pequeña empresa de Lanham, en
Maryland, Obama afirmó que pueden "estar satisfechos con que otras
20.000 personas se hayan sumado a las filas" del paro.
No obstante, declaró "alentador" que la destrucción de puestos de
trabajo sea "una fracción de lo que era" hace un año.
El Gobierno estadounidense calcula que en la actual crisis
económica se han perdido un total de 8,5 millones de puestos de
trabajo.
Tan solo en el primer trimestre de 2009, apuntó hoy el portavoz
de la Casa Blanca, Robert Gibbs, se perdieron "más puestos de
trabajo que en las recesiones de 1991, 1992 y 2003 combinadas".
Hace un año, la economía perdía más de 710.000 puestos de trabajo
al mes. En diciembre, la destrucción de empleo afectó a 150.000
puestos.
Los mercados financieros, que también están preocupados por la
crisis de deuda en Europa, primero reaccionaron con desaliento tras
el informe sobre la pérdida neta de empleos en EE.UU., y luego con
con entusiasmo al hecho de que el índice de desempleo cayó a su
nivel más bajo desde agosto.
La mayoría de los analistas había calculado que el índice de
desempleo se mantendría en el nivel de diciembre, un 10 por ciento,
pero que la economía tendría una ganancia neta de entre 15.000 y
25.000 empleos.
El presidente estadounidense ha asegurado que la creación de
empleo será su prioridad absoluta a lo largo de este año, su segundo
de mandato. EFE