Washington, 16 jul (EFE).- La nueva campana sobre el pozo de
petróleo averiado en el Golfo de México, que ha conseguido por el
momento poner fin al derrame de crudo en el mar, representa "una
buena noticia" pero el problema no está aún resuelto, advirtió hoy
el presidente de EE.UU., Barack Obama.
En unas breves declaraciones en la Rosaleda de la Casa Blanca
antes de partir con su familia a Maine para un descanso de fin de
semana, Obama indicó que por el momento la nueva campana "está
conteniendo el petróleo, pero los científicos aún deben llevar a
cabo una serie de pruebas".
Esas pruebas, indicó, deben cerciorarse de que por cerrar el pozo
el petróleo no va a empezar a filtrarse por otro lado y crear un
problema peor del que ya hay.
Si el resultado de las pruebas recomendara no cerrar el pozo, se
usaría la campana como un sistema de contención, a través del cual
se trasvasaría el crudo a buques de carga en la superficie marina.
Aun en ese caso, la campana permitiría recuperar "todo o casi
todo" el petróleo que fluyera hasta que el pozo quedara sellado
definitivamente, algo que ocurrirá cuando se termine el pozo
auxiliar que BP, la empresa responsable del vertido, perfora.
La nueva campana, indicó Obama, tendrá capacidad para recuperar
hasta 80.000 barriles de petróleo al día, más de la cantidad que se
calcula que se vertía hasta ahora en el mar.
Los científicos calculaban que hasta el cierre del pozo,
anunciado este jueves, manaban entre 35.000 y 60.000 barriles
diarios.
Obama también adelantó que las tareas de perforación del nuevo
pozo "van ligeramente por delante de lo previsto", aunque advirtió
que "no se trata sólo de hacer el agujero" sino también de instalar
las piezas para que el ingenio pueda entrar en funcionamiento "y eso
es delicado".
Una vez que se haya instalado el nuevo pozo, se procederá a una
inyección de cemento y lodo pesado para sellar definitivamente el
averiado.
Mientras tanto, los equipos de lucha contra el vertido deberán
seguirse centrando en las tareas de limpieza -"una tarea ingente",
según Obama- y el pago de compensaciones a las personas y empresas
perjudicadas por el derrame.
El vertido comenzó después de que el 20 de abril, por causas que
aún se desconocen, estallara y se hundiera posteriormente en el mar
la plataforma petrolera "Deepwater Horizon", gestionada por la
petrolera BP. EFE