Teresa Bouza
Washington, 27 may (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama,
dijo hoy que British Petroleum opera bajo la dirección del Gobierno
y no al revés en el desastre del Golfo de México con lo que salió al
paso de las críticas de que la Casa Blanca no lleva la batuta.
"La idea de que el Gobierno federal se ha quedado al margen y
durante las últimas tres o cuatro o cinco semanas hemos estado
dejando a BP tomar una serie de decisiones simplemente no es
cierta", afirmó Obama en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Subrayó que "desde el momento en el que comenzó el desastre, el
Gobierno federal ha estado a cargo de la respuesta" e insistió en
que British Petroleum (BP) es "responsable" por la "espantosa"
catástrofe.
Recordó, además, que cualquier "gran decisión" tiene que recibir
el visto bueno del comandante de la Guardia Costera de EE.UU., Thad
Allen, y que BP opera bajo la constante supervisión del Gobierno.
Allen fue quien dijo hoy que el procedimiento para sellar de
forma definitiva el pozo del Golfo de México con una inyección de
fluidos pesados y cemento iniciado ayer parece estar funcionando
aunque aún es pronto para determinar si la operación tendrá éxito.
La incapacidad hasta ahora de BP para sellar el pozo, abierto el
20 de abril tras la explosión en una plataforma petrolera operada
por BP, ha llevado a distintos legisladores a pedir que el Gobierno
saque a la multinacional británica del medio y se ponga al frente.
Obama aseguró hoy que eso no es posible ya que BP tiene "la mejor
tecnología" para tratar de sellar el pozo.
Según los cálculos divulgados hoy por el Servicio Geológico de
EE.UU., una agencia científica del Gobierno, cada día manan al mar
entre 1,9 y 3,8 millones de litros de petróleo, lo que convierte al
derrame en el peor de la historia de EE.UU..
Esa estimación es muy superior a la barajada por BP, que mantenía
que el derrame rondaba los 800.000 litros.
Obama aseguró hoy sentirse "frustrado y enfadado" por cada día
que pasa sin lograr contener el derrame, pero destacó que el
Gobierno opera con un constante sentido de "urgencia".
Admitió, eso sí, que hubo "un sentido de autocomplacencia" por
parte del Gobierno a la hora de planificar la respuesta en el caso
de que se materializara el peor escenario posible.
Distintas cadenas de televisión mostraron imágenes del pozo
expulsando petróleo al mar mientras Obama hablaba sobre el tema.
El presidente criticó, por lo demás, los que describió como años
de "corrupción" en el Servicio de Gestión de Minerales (MMS), la
agencia encargada de supervisar las exploraciones de petróleo y gas.
Apuntó que el nuevo ministro del Interior, Ken Salazar, comenzó a
"limpiar" la agencia, que depende del departamento que él dirige,
tras asumir el puesto aunque reconoció que "no hubo suficiente
urgencia" en el ritmo con el que se implementaron los cambios.
Dijo asumir "la responsabilidad" por ello, pero añadió que no hay
pruebas de que "algunas de las prácticas corruptas que tuvieron
lugar antes se hayan repetido bajo la actual Administración".
Horas antes de la rueda de prensa de Obama, se conoció la
dimisión de la responsable del MMS, Elizabeth Birnbaum, que llega
pocos días después de que un informe describiera como los
inspectores de la agencia recibían regalos del sector.
Obama describió hoy las conclusiones del informe como "atroces".
Añadió que el desastre en el Golfo ha subrayado la necesidad de
reformas adicionales para impedir que una situación similar se
repita y una mayor apuesta por energías limpias y renovables.
El presidente, que recibió hoy los resultados de una
investigación para determinar los motivos del accidente en el Golfo,
anunció que suspende las planeadas exploraciones en dos puntos de la
costa de Alaska.
Además cancelará todos los permisos pendientes de concesión en el
Golfo de México y la propuesta concesión de permiso para realizar
exploraciones en la costa de Virginia.
A eso se suma el mantenimiento de la actual moratoria y la
suspensión de la emisión de nuevas permisos para perforar en aguas
profundas durante seis meses más.EFE
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