Macarena Vidal
Washington, 26 ene (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama,
ultima hoy su discurso del miércoles sobre el Estado de la Unión, en
el que expondrá sus prioridades para el año legislativo y propondrá
una congelación parcial del presupuesto federal durante tres años.
La medida, que se detallará en la presentación al Congreso de la
propuesta de presupuesto federal el próximo lunes, busca ahorrar
cerca de 250.000 millones de dólares en diez años.
La iniciativa afectaría a los programas y las entidades federales
para las que el Congreso adjudica un presupuesto variable cada año,
pero quedarían exentos los gastos en seguridad, defensa y ayuda
internacional, así como los fondos para la Seguridad Social y los
principales programas de sanidad pública.
Con esa medida, Obama pretende demostrar responsabilidad fiscal y
su compromiso para recortar el astronómico déficit presupuestario
que padece el país, que el año pasado se situó en 1,4 billones de
dólares, el equivalente a un 10 por ciento del Producto Interior
Bruto (PIB).
El presidente estadounidense se ha visto presionado para mostrar
un mayor compromiso en la reducción del déficit, uno de los
problemas que más preocupan a los estadounidenses.
Según las encuestas, jugó un importante papel en el triunfo
republicano la semana pasada en las elecciones al Senado en
Massachusetts, que supusieron la pérdida de la mayoría absoluta de
los demócratas en la cámara alta estadounidense.
Obama recibió hoy un ligero respiro en ese sentido con la
presentación del informe semestral de la Oficina Presupuestaria del
Congreso (CBO), que ha calculado que este año el déficit fiscal
descenderá ligeramente y se situará en los 1,35 billones, para
quedar el año próximo en los 980.000 millones de dólares, o el 6,5
por ciento del PIB.
El objetivo de la Administración es reducir ese indicador al 3
por ciento del PIB para 2013.
El discurso sobre el Estado de la Unión que pronunciará mañana
Obama a partir de las 21.00 hora local (02.00 GMT del jueves), el
primero de su mandato, tendrá un fuerte contenido económico.
Además de su propuesta de congelación presupuestaria, Obama
planea también incluir medidas que favorezcan a la clase media, como
anunció el mismo el lunes. Entre esas iniciativas se contendrá un
aumento de las desgravaciones por hijo o ayudas a las familias
trabajadoras que tengan a su cargo a dependientes ancianos.
Con esta serie de propuestas, Obama pretende retomar la
iniciativa política, después del revés sufrido en Massachusetts la
semana pasada y ante la caída de su popularidad, que se encuentra en
torno al 50 por ciento, baja para un presidente que acaba de
completar su primer año de mandato.
La Casa Blanca asegura que, pese a los reveses, mantendrá sus
prioridades legislativas, que sostiene que se han adoptado para
mejorar la calidad de vida de los estadounidenses y no para elevar
la popularidad del Gobierno.
Así, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, ha puntualizado
que Obama hará referencia a la reforma sanitaria, su principal
prioridad legislativa y que se encuentra aparcada tras las
elecciones en Massachusetts.
No obstante, los críticos ya han comenzado a alegar que la
congelación que Obama prevé en parte de los presupuestos le impedirá
cubrir todas sus prioridades en el terreno nacional.
En este sentido, el subdirector de la Oficina de Gestión y
Presupuesto de la Casa Blanca, Rob Nabors, indicó hoy en una
conferencia de prensa telefónica que no van "a renunciar" a sus
"prioridades", pero admitió que "en vez de lograrlas en el plazo de
cuatro o cinco años, ahora llevará seis o siete".
El plan de congelación presupuestaria, sostuvo Nabors, "no es un
plan placentero, es un plan necesario".
Según Gibbs, en su discurso Obama también abordará la política
exterior y la lucha contra el terrorismo, después de que el día de
Navidad un ciudadano nigeriano tratara de hacer estallar una bomba
en un avión que cubría la ruta Amsterdam-Detroit. EFE