Washington, 25 ago (EFE).- El presidente Barack Obama elogió hoy
la "creatividad y el temperamento" de Ben Bernanke y lo propuso para
otros cuatro años al frente de la Reserva Federal, una decisión de
continuidad que fue celebrada por los mercados financieros.
Bernanke "ha conducido a la Reserva en medio de una de las peores
crisis financieras que han visto este país y el mundo", dijo Obama
en una breve declaración en Martha's Vineyard (Massachusetts) donde
está de vacaciones con su familia.
"Su temperamento, su coraje y su creatividad han ayudado a
impedir otra Gran Depresión", dijo el presidente, en una rueda de
prensa informal, en la que ni él ni Bernanke portaron corbata, y en
la que no hubo opción a preguntas.
Si bien Bernanke fue criticado en el pasado por no haber visto
venir la debacle financiera ni la crisis hipotecaria, las bolsas
celebraron hoy la decisión de Obama de no sustituir al máximo
responsable de la política monetaria en un momento en el que la
economía está todavía en una situación de fragilidad.
La bolsa de Wall Street abrió hoy con un alza del 1,07 por
ciento, animada por la perspectiva de continuidad de Bernanke y por
la mejora de la confianza de los consumidores en EE.UU.
El presidente de la Fed en su breve intervención ante la prensa
agradeció la confianza de Obama y recordó que él y sus colegas en la
Reserva han encarado "desafíos sin precedentes".
Tanto Obama como Bernanke usaron el adjetivo "audaz" para
referirse a las medidas adoptadas por la Reserva Federal, a partir
de agosto de 2007, pero aceleradas hace un año, frente al descalabro
del sistema financiero.
Esas medidas, acompañadas por pasos igualmente vigorosos del
Departamento del Tesoro, inyectaron volúmenes sin precedentes de
dinero en el sistema financiero y, según Obama, ya se empiezan a
mostrar resultados positivos.
"Nuestro plan de recuperación ha bajado los impuestos, extendido
el seguro de salud y de desempleo a quienes han sufrido lo peor de
esta recesión, y continúa salvando y creando empleos", dijo Obama.
"Nuestra industria de automotores muestra signos de vida. La
inversión empresarial muestra señales de estabilización. Nuestros
mercados inmobiliario y de crédito se han salvado del colapso",
agregó.
Bernanke, de 55 años de edad, fue designado como sucesor de Alan
Greenspan por el presidente George W. Bush y tras su confirmación en
el Senado tomó el timón del banco central estadounidense en febrero
de 2006, justo cuando emergía la crisis de las hipotecas de alto
riesgo.
El republicano Bernanke dejó a un lado la ortodoxia conservadora
y, ante la creciente crisis, inició un aflojamiento de la política
monetaria que, a fines de 2007, llevó la tasa de interés de
referencia a 0 al 0,25 por ciento. Allí la ha mantenido a la espera
de una reactivación económica.
Con varios instrumentos de política monetaria, que incluyen
garantías a pagarés comerciales, respaldo a instituciones
financieras, la emisión de dinero y la adquisición de Bonos del
Tesoro, la Reserva Federal ha adoptado medidas que, según dijo Obama
hoy, "fueron por necesidad, no por opción".
Algunas de ellas, como la adición de liquidez en la economía, han
comenzado a atenuarse: Después de un crecimiento a ritmo sin
precedentes por más de un año, las inyecciones de dinero dejaron de
crecer hace varios meses y empezaron a declinar.
Según los datos de la Reserva, la base monetaria ha disminuido a
una tasa anual ajustada del 8 por ciento entre abril y agosto,
después de que había crecido a una tasa anualizada del 187 por
ciento en los ocho meses anteriores.
Bernanke, un economista de la Universidad de Princeton y experto
en la Gran Depresión de los años 1930, proveerá continuidad a las
políticas que hoy Obama avaló efusivamente, pero antes debe pasar
por la confirmación en el Senado.
Si bien los demócratas tienen mayoría en ambas cámaras del
Congreso, muchos de ellos han criticado el papel que Bernanke
desempeñó el año pasado en los apuros por evitar el derrumbe de
algunas instituciones financieras.
También algunos republicanos están furiosos por las gestiones que
Bernanke y el entonces secretario del Tesoro Henry Paulson hicieron
para forzar a Bank of America en la adquisición de la tambaleante
firma financiera Merrill Lynch. EFE
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