Jordi Kuhs
Viena, 6 dic (EFE).- Sólo un impuesto especial sobre los
combustibles fósiles y el dióxido de carbono (CO2) permitirá que las
energías renovables sean plenamente competitivas y ocupen un lugar
más importante en la combinación energética para frenar el cambio
climático.
Así lo dijo a Efe en vísperas de la cumbre de Copenhague el
director general de la Organización de las Naciones Unidas para el
Desarrollo Industrial (ONUDI), Kandeh Yumkella.
"Debemos comenzar con las medidas contra el cambio climático
ahora mismo si queremos solucionar el problema (del cambio
climático) antes de 2030", aseguró el economista sierraleonés en una
entrevista en la sede de este organismo en Viena.
"No podemos esperar. La industria necesita tiempo para adaptarse.
Si esperamos ahora, deberemos responder a un crisis", agregó.
Según Yumkella, el coste de las energías renovables, como la
eólica o solar, sigue siendo muy elevado comparado con la generación
de electricidad generada con carbón y carburantes fósiles.
"Necesitamos continuar con la investigación y el desarrollo para
reducir los costos para poder competir con el petróleo y el carbón,
sea como sea", aseveró.
En algunos países ya se han aplicado impuestos sobre el CO2, con
penalizaciones para la contaminación, como por ejemplo en Noruega.
"Allí la industria se adaptó inmediatamente y empezó a investigar
la captación del dióxido de carbono", recordó Yumkella.
Las energías renovables "son sólo una solución a largo plazo, ya
que en lo inmediato el mundo seguirá dependiendo del petróleo y del
carbón, probablemente hasta el año 2050", agregó.
"Por eso, la captación y el depósito de carbono es tan
importante. A las ONG no les gusta porque alegan que distrae de la
reducción de las emisiones contaminantes. Pero lo esencial es que
necesitamos combustibles y tecnologías de transición", dijo
Yumkella.
Según el máximo responsable de ONUDI, los líderes en la
investigación de las energías renovables son China y la Unión
Europea (UE), que a diferencia de Estados Unidos "disponen de una
clara política pública para fomentar y crear un mercado para esas
tecnologías".
"Conozco banqueros que invierten en energías renovables debido la
claridad de los objetivos de la UE", afirmó Yumkella, quien dirige
además un foro interdisciplinario de la ONU relacionado con la
energía y el desarrollo sostenible y asesorará durante la Cumbre de
Copenhague al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
"Desafortunadamente, EEUU no tiene un objetivo claro a nivel
federal, aunque sí a nivel de Estados y municipios", precisó
Yumkella.
"Pero lo que es realmente interesante en Estados Unidos son las
empresas que ven al sector como una oportunidad de negocio, ya que
si no se mueven, otros van a desarrollar la tecnología del futuro y
ellas no se quieren quedar atrás", explicó.
Según el funcionario internacional, China es el país con más
activos en este sector, por lo que no se le debe tener miedo como
principal contaminador, ya que el gigante asiático está invirtiendo
más recursos que nadie en las energías renovables.
"China se mueve porque necesita asegurarse sus fuentes
energéticas. Vemos lo mismo en Europa, donde se mueven por la
competitividad (económica)", explicó.
"Estamos viviendo una revolución de la energía limpia, lentamente
en todo el mundo, porque todos saben que si se quedan atrás serán
otros lo que desarrollen las tecnologías", concluyó Yumkella. EFE