Alejandro Méndez
Buenos Aires, 8 ene (EFE).- El enfrentamiento entre el Gobierno y
el Banco Central de Argentina por el uso de las reservas monetarias
del país para el pago de deudas saco del letargo estival a la
oposición, que ya logró incluso un fallo judicial favorable.
El fallo judicial sostiene que debe ser el Parlamento, en receso
hasta el 1 de marzo próximo, el que decida sobre el uso de reservas
del instituto emisor, como aduce la oposición y rechaza el Gobierno,
que ya anunció que va a apelarlo.
Este revés judicial para el Gobierno se conoció el mismo día en
que se hizo efectivo el cese del presidente del Banco Central,
Martín Redrado, a quien la presidenta Cristina Fernández destituyó
mediante un decreto firmado por todos sus ministros por su negativa
a cumplir con los mandatos del Gobierno para el uso de las reservas.
El conflicto abrió el debate sobre el grado de autonomía del
Banco Central, además de variadas interpretaciones de leyes,
reglamentos y la Constitución Nacional, algo habitual cada vez que
hay tensiones políticas en Argentina, donde es común citar la frase
"la mitad de la biblioteca a favor y el resto en contra" cada vez
que estalla una discusión, cualquiera sea el motivo.
En este caso se discute la validez de decretos presidenciales en
momentos en que el Parlamento está en receso desde fines de
noviembre y hasta el 1 marzo próximo, a menos que el Ejecutivo
convoque a sesiones extraordinarias, cosa que no ha hecho ni ha dado
señales de querer hacer.
La oposición afirma que el Gobierno quiere echar mano a las
reservas monetarias (48.100 millones de dólares) para solventar un
aumento del gasto público con vistas al "año electoral" de 2011,
cuando vence el mandato presidencial de Fernández.
En la trastienda, opositores y economistas aducen que el uso de
reservas para pagar deudas puede reavivar los intentos de acreedores
de bonos en mora, entre ellos fondos de inversión especulativa, por
embargar fondos del Banco Central, como ya lo han intentado sin
éxito.
Además se ha reavivado la antigua polémica sobre la "legitimidad"
de la deuda exterior contraída por Argentina durante la última
dictadura militar (1976-1983), puesta en duda por un juez federal
que en 2000 se desmarcó del asunto y lo puso a consideración del
Parlamento, que desde entonces no se ha pronunciado.
El Frente para la Victoria, fracción del Partido Justicialista
(peronista) que lidera el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007),
esposo y antecesor en el cargo de Fernández, ha perdido la mayoría
propia que tenía en la Cámara de Diputados y el Senado al ser
derrotado en las elecciones legislativas de junio pasado.
A comienzos de diciembre último se acordó que la oposición
presidirá 25 comisiones de las dos cámaras legislativas y el
oficialismo las otras 20, entre ellas la estratégica de Presupuesto
y Hacienda, pero se aplazó para febrero la designación de los
respectivos presidentes de cada una de ellas.
Desde las filas del oficialismo afirman que la oposición aplazó
designar a sus representantes a causa de sus disputas internas y
remarcan que el Frente para la Victoria sigue siendo la fuerza
mayoritaria en el Parlamento, seguida por la Unión Cívica Radical
(UCR) y coaliciones de centro y centro izquierda y de peronistas
disidentes aliados a la conservadora Propuesta Republicana.
Mientras, está dividida entre ocho oficialistas y otros tantos
opositores la comisión parlamentaria encargada de controlar los
decretos presidenciales. Paradójicamente, esta comisión fue creada
por una reforma que impulsó Fernández cuando era legisladora.
Los dirigentes de la oposición, ya sea de vacaciones o en vigilia
en Buenos Aires, prevén reunirse la semana próxima en la capital en
busca de forzar una sesión para que el Parlamento se pronuncie sobre
el asunto.
Redrado, que ya ha anunciado su intención de recurrir a la
justicia para que anule su destitución, dijo hoy que se ha "jugado
entero" en defensa de "los ahorros de los argentinos" y del "valor
de la moneda".
Desde el gobierno han recordado que Redrado estaba al frente del
Banco Central cuando Argentina usó unos 9.500 millones de dólares de
sus reservas para cancelar toda su deuda con el Fondo Monetario
Internacional, en enero de 2006, cuando el presidente era Kirchner.
"Voy a demandar penalmente a la presidenta y sus ministros por
querer tomar fondos del Banco Central para pagar una deuda que en
parte es ilegítima", ha dicho el diputado y cineasta Fernando "Pino"
Solanas, líder de una fuerza de centroizquierda.
Solanas parece ser el único dirigente que recuerda que el
Parlamento sigue sin pronunciarse sobre el fallo que en 2000 puso a
su consideración el juez Jorge Ballestero luego de dictaminar que la
deuda contraída por la dictadura militar era "contraria a los
intereses" del país. EFE