Islamabad, 5 jun (EFE).- El Gobierno paquistaní presentó hoy en
el Parlamento unos presupuestos generales con énfasis en programas
de desarrollo y en la solución de la crisis energética, al tiempo
que pidió consenso para la próxima aplicación de un nuevo impuesto
sobre el valor añadido, que se antoja problemática.
En un discurso de algo más de una hora en el que apenas ofreció
datos, el ministro de Finanzas, Abdul Hafiz Sheikh, dijo que las
pensiones y salarios de los funcionarios públicos serán aumentados
hasta un 15 y un 50 por ciento respectivamente pero que los sueldos
de los miembros del Gabinete serán recortados un 10 por ciento.
El titular de Finanzas, el tercero en este cargo en dos años y
medio de Gobierno liderado por el Partido Popular de Pakistán (PPP),
anunció un presupuesto de 3,2 billones de rupias (38.341 millones de
dólares) para el curso fiscal 2010-2011, un 10,7 por ciento más que
el año pasado.
"La gente está en el centro y en el corazón de este presupuesto.
Tenemos que proteger la recuperación (de la economía). Debemos
concentrarnos en la austeridad", aseguró Sheikh, quien subrayó la
necesidad de racionalizar el gasto público y de obtener más
ingresos, según la traducción de sus palabras del canal Express TV.
El déficit planteado para el presupuesto actual es de 8.000
millones de dólares.
El titular de Finanzas propuso observar de cerca el rendimiento
de algunas empresas estatales que generan grandes pérdidas y
suprimir las ayudas en caso de que no haya una mejora, al tiempo que
adelantó la aplicación de nuevas tasas o subida de las existentes
sobre productos como el tabaco y los aparatos de aire acondicionado.
Sheikh anunció que a partir del próximo 1 de octubre, el Gobierno
comenzará una radical reforma del sistema impositivo para adaptarlo
a los estándares exigidos por organismos económicos internacionales
con la implementación del impuesto sobre el valor añadido (IVA), que
amplía el campo de actuación de una vieja tasa ya existente.
El ministro paquistaní, consciente de que la medida encuentra el
rechazo de las clases bajas, explicó que el impuesto no estará
vigente en materia de educación, sanidad y bienes alimentarios,
aunque no precisó esta afirmación.
Sheikh aseguró que los programas de ayuda a los más
desfavorecidos serán dotados con más fondos, avanzó partidas para
proyectos de generación de electricidad y un plan de distribución de
300 millones de bombillas de bajo consumo para hacer frente al
déficit energético del país, donde hay continuos cortes en el
suministro.
En un discurso plagado de llamamientos al realismo y a la
obligación de corregir políticas infructuosas, el ministro de
Finanzas instó a desarrollar ideas que permitan un mejor
aprovechamiento de los recursos naturales y a prestar más atención a
la educación.
También hizo hincapié en una reciente reforma fiscal que
contempla un reparto más benévolo de los ingresos del Estado con las
provincias, a las que se van a transferir 12.152 millones de dólares
del erario público.
La economía de Pakistán, cuyas fuerzas de seguridad están
enfrascadas en la lucha contra el terrorismo, tiene algunos síntomas
de recuperación y crecerá un 4,1 por ciento en el presente curso
fiscal, que concluye el 30 de junio, según informó ayer el Gobierno,
que rebajó la marca de crecimiento del año anterior casi un punto.
A finales de 2008, el país surasiático tuvo que recurrir a un
crédito de 11.300 millones de dólares del Fondo Monetario
Internacional para hacer frente a la difícil situación económica.
EFE