Atenas, 2 may (EFE).- El primer ministro griego, Yorgos
Papandréu, defendió hoy en un Consejo de Ministros extraordinario el
plan de austeridad acordado con la Unión Europea (UE) y el Fondo
Monetario Internacional (FMI) para evitar la bancarrota del país.
"Haré todo lo necesario para librar el país de la quiebra. Ningún
griego podría pensar en la magnitud del déficit cuando abandonó el
poder el anterior Gobierno", aseguró Papandréu al inicio del
encuentro.
"El objetivo es recuperar la credibilidad internacional", agregó
el primer ministro, que reconoció que su país no está en condiciones
de refinanciar su deuda en los mercados internacionales.
El plan de austeridad será presentado después en una rueda de
prensa por el ministro de Finanzas, Yorgos Papaconstantinu, una vez
que concluya la reunión ministerial, que empezó con una hora de
retraso sobre el horario previsto, informó el canal estatal NET.
Atenas ha negociado desde hace casi dos semanas un programa de
consolidación fiscal trienal con el FMI, la Comisión Europea (CE) y
el Banco Central Europeo (BCE), una condición previa para acceder a
los fondos internacionales de hasta 135.000 millones de euros que
salven al país de la bancarrota.
El primer año se pondrían a disposición 45.000 millones de euros,
de ellos 30.000 millones procedentes de préstamos bilaterales de los
países de la zona del euro y 15.000 millones del FMI.
Para reducir el déficit, que en 2009 escaló al 13,6% del Producto
Interno Bruto (PIB), hasta el 3,6% en el año 2013, el Gobierno
griego se compromete a recortar los sueldos de los funcionarios,
detener las contrataciones públicas y congelar los salarios en el
sector privado durante tres años.
Además, también se recortarán las pensiones, las de más de 600
euros mensuales pasarán de 14 pagas anuales a 12, según algunos
aspectos del programa adelantados por los medios griegos.
También subirán los impuestos sobre alcohol, tabaco y gasolina un
10% y se incrementará el impuesto del IVA dos puntos, hasta el 23%,
en la que es la segunda subida de este gravamen este año.
Las medidas aún deben de recibir el visto bueno del Parlamento la
semana que viene, probablemente el miércoles, algo que se considera
un trámite porque el gubernamental Partido Socialista Panhelénico
(Pasok) cuenta con mayoría absoluta.
La presentación de las medidas se produce horas antes de la
reunión extraordinaria de los dieciséis ministros de Finanzas de la
zona del euro para valorar el plan de ajuste y la eventual
activación de la ayuda financiera internacional prometida a cambio.
Esta es la primera vez en los once años de historia de la moneda
única europea que uno de los miembros de la zona ha de ser salvado
de la bancarrota por su incapacidad para refinanciar su deuda en los
mercados internacionales.
Conocedores de las implicaciones del plan de austeridad, cuyo
cumplimiento supervisará el FMI, alrededor de 20.000 manifestantes
acudieron ayer a la convocatoria de los principales sindicatos
griegos en Atenas para mostrar su rechazo a las medidas durante el
Día del Trabajo y el próximo miércoles hay convocada una huelga
general.
"Tememos que traerá una explosión social, la recesión y un
estancamiento de la economía", advirtió a Efe Ilias Iliópulos,
secretario general del mayor sindicato de empleados públicos, Adedy.
Pese al carácter mayoritariamente pacífico de las protestas, la
policía tuvo que cargar varias veces con gases lacrimógenos en
Atenas y Salónica contra grupúsculos radicales que destrozaron
escaparates y atacaron a los agentes con piedras y cócteles molotov.
EFE