Pekín, 23 feb (EFE).- Pekín respondió hoy por primera vez de
forma directa a las acusaciones de la multinacional tecnológica
Google del 12 de marzo, cuando ésta aseguró haber sido objeto de
ataques por parte de "hackers" (piratas informáticos) del Gobierno
chino, un extremo que el Ejecutivo chino considera "infundado".
Hasta ahora, Pekín había defendido su derecho a hacer uso de la
censura en internet y había pedido a Google y otras multinacionales
que se ciñeran a las regulaciones de la República Popular.
"Los comentarios de Google del 12 de enero no tienen fundamento.
China se opone de manera firme" a esas acusaciones, señaló hoy el
portavoz de turno del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Qin
Gang, en rueda de prensa.
El portavoz añadió que "las acusaciones de la implicación del
Gobierno chino son también irresponsables y respondes a ulteriores
motivos".
Google amenazó en enero con abandonar sus negocios en idioma
chino después de haber sido objeto de ataques de piratas
informáticos y de la censura china, una de las más sofisticadas del
mundo y ante la que las multinacionales del sector se han tenido que
doblegar para acceder a un mercado de 384 millones de usuarios.
Disidentes políticos, activistas de derechos humanos, periodistas
y empresarios fueron objeto de estos ataques perpetrados contra sus
correos privados de Gmail.
Según el portavoz Qin, "China promueve el desarrollo de internet,
administra la red de acuerdo con la ley" y "prohíbe y persigue el
hacking según la ley".
Agregó el portavoz que su administración y "las compañías
internacionales" relevantes están manteniendo una comunicación
"sólida y fluida", aunque no mencionó directamente a la firma
estadounidense.
Qin respondió además a la acusación de la prensa extranjera de
que los ataques provenían de dos escuelas informáticas chinas
señalando que "los portavoces de ambos centros han aclarado que no
están involucrados en esos ataques, por lo que esos informes son
totalmente infundados".
La reacción de Pekín se produce semanas después de que los
ataques denunciados por Google provocaran una fuerte crítica por
parte de Washington en defensa de la libertad de expresión en
internet, el primero de una serie de altercados políticos entre
ambas potencias.
A continuación, Pekín reaccionó con acritud a la venta de armas
estadounidenses a Taiwán, isla a la que considera parte de su
soberanía, y a la reunión entre el presidente de EEUU, Barack Obama,
y el Dalai Lama, líder espiritual tibetano en el exilio. EFE