Pekín, 13 ene (EFE).- Pekín está esperando más información para
aclarar el comunicado de la multinacional de internet Google, que
anunció que no cederá a la censura incluso ante el riesgo de cerrar
sus operaciones en China tras sufrir un ciberataque contra cuentas
privadas de correo electrónico de disidentes políticos.
Un alto cargo de la Oficina de Información del Consejo de Estado
(Ejecutivo) señaló hoy a la agencia oficial Xinhua que "es todavía
difícil decir si Google va a abandonar China o no. Nadie sabe",
señaló este funcionario que pidió anonimato.
La reacción se produce un día después de que David Drummond, jefe
de la división legal de la empresa, señalara que estaban "revisando
la viabilidad de sus operaciones en China" tras el ciberataque
cometido desde el país asiático.
El subdirector del Centro de Denuncia de Información Ilegal en
Internet declinó comentar a Xinhua sobre el asunto, de una gran
repercusión por ser Google la primera multinacional que amenaza con
no someterse a la censura del gobierno chino, una de las más
sofisticadas del planeta.
Xinhua asegura que los 700 empleados de Google en China temen por
sus puestos de trabajo, después de que esta mañana se les comunicara
esta posibilidad en una reunión general en su sede en el país
asiático.
A pesar de las declaraciones de Drummond, la versión china de
Google (google.cn) todavía hoy restringía búsquedas "de acuerdo con
las leyes locales", es decir, sobre contenidos molestos para el
régimen: derechos humanos, disidencia política, represión en Tíbet y
Xinjiang o la masacre de Tiananmen de 1989, entre otros.
En su comunicado de ayer, Drummond se mostró abierto a negociar
con el gobierno chino unas condiciones operativas más favorables,
pero según Xinhua, la mayoría de empleados se muestran pesimistas
sobre la posibilidad de que se alcance un acuerdo.
Analistas locales señalan que es prácticamente imposible que
Google abandone China, por las grandes pérdidas que ocasionaría a la
firma, o que Pekín elimine sus mecanismos censores.
A pesar de la censura, China cuenta con la mayor comunidad de
usuarios de Internet del mundo, con casi 380 millones a finales de
2009, un sector dominado en un 60 por ciento por la compañía local
Baidu, frente al 30 por ciento de Google.
La amenaza de Google ha sido muy bien recibida entre
organizaciones de derechos humanos, que consideran este paso como
"un anuncio sin precedentes", según Human Rights Watch (HRW).
"Es un paso importante para proteger los derechos humanos
on-line", después de que tanto Google como otras 20 firmas de
internet hayan recibido ciberataques similares.
"Un ataque trasnacional contra la privacidad es algo
escalofriante, y la respuesta de Google supone un buen ejemplo",
señaló Arvind Ganesan, director del programa de derechos humanos en
corporaciones de HRW, en un comunicado.
"Al mismo tiempo, este incidente subraya la necesidad que
gobiernos y empresas desarrollen políticas que salvaguarden estos
derechos", agregó Ganesan. EFE