Pekín, 23 jul (EFE).- El Ejecutivo chino desveló que está
pensando en aplicar un impuesto sobre bienes inmobiliarios en dos o
tres años como programa piloto con el objetivo de frenar la
especulación en este sector y aportar más fondos a las arcas del
Estado.
Así lo desveló una fuente del Ministerio de Finanzas al diario
oficial "China Daily", después de que otros rotativos locales
barajaran esta posibilidad, que entraría en vigor como prueba en
algunas ciudades en 2012.
Con esta política, Pekín se propone sacar partido y frenar una
burbuja que ha disparado el precio de los terrenos en China en un
800 por ciento desde 2003, según desvelan estudios académicos, y ha
situado el de la vivienda a un nivel 22 veces superior al de los
ingresos medios urbanos.
Un apartamento de 90 metros cuadrados en Pekín costaba en 2009
unos 236.000 dólares (183.100 euros), en comparación con unos
ingresos disponibles por familia de unos 10.000 dólares.
La fuente ministerial evitó confirmar la fecha de aplicación del
impuesto inmobiliario, aunque señaló que el programa podría
iniciarse hasta en tres años en ciudades como Pekín, Shanghái,
Chongqing (centro) y Cantón (sur).
De hecho, estas dos últimas ciudades solicitaron en abril al
gobierno central la aplicación de este impuesto a modo de tentativa.
Investigadores gubernamentales indicaron al rotativo oficial la
necesidad de que el Gobierno indique una fecha para despejar las
dudas entre los ciudadanos, aunque la Cámara de Comercio
Inmobiliario de China responde que fijar el criterio para aplicar el
impuesto llevará tiempo.
Los porcentajes que barajan analistas y consultoras se sitúan en
un 0,8 por ciento del valor de mercado para propietarios de varios
apartamentos, que suponen un 20 por ciento del total de propietarios
en toda China.
Sin embargo, funcionarios del Ministerio de Finanzas subrayan que
el coste de implementación de este impuesto podría ser enorme, por
lo que el Gobierno debería pensarlo bien antes de llevarlo a cabo,
mientras que el impacto en el precio sería muy reducido, agregan.
EFE