París, 26 sep (EFE).- Los máximos responsables de la OCDE, Ángel Gurría, y de la OIT, Juan Somavía, instaron hoy al G-20 a que la creación de empleo y la protección social estén en el centro de su acción, y advirtieron de que la ralentización económica podría duplicar los parados que se han generado con la crisis.
"La crisis de empleo está afectando de forma particularmente dura a los grupos más vulnerables por el crecimiento del paro de larga duración, la subida del desempleo juvenil y el incremento de la informalidad", señalaron en una declaración conjunta Gurría y Somavía, antes de concluir: "Ésta es la cara humana de la crisis. Los gobiernos no lo pueden ignorar".
Con motivo de la reunión de ministros de Trabajo que hoy y mañana se celebra en París y en la que ambos participaron, pidieron a los líderes del G-20 que con ocasión de su cumbre de Cannes a principios de noviembre, hagan "una prioridad" de la creación de empleo de calidad.
En particular porque la ralentización económica constatada últimamente va a poner en entredicho una recuperación del empleo que hasta ahora ha sido "anémica" y no ha permitido absorber a los 20 millones de personas que han pasado a engrosar las filas del desempleo en sus países desde el inicio de la crisis.
Según los cálculos de la OCDE y de la OIT, para que la cifra de parados volviera a los niveles previos a la crisis, el empleo tendría que crecer a un ritmo del 1,3 % de aquí a 2015, cuando en realidad este año lo está haciendo al 0,8 %, menos del 1 % de 2010.
De persistir esta evolución, en el horizonte de 2015 el número de parados atribuibles a la crisis se habrá duplicado y llegará a 40 millones en el G-20.
Gurría y Somavía admitieron que más allá del problema común, la situación es diferente de unos a otros, y por eso recomendaron recetas diferenciadas.
Para los países que siguen conservando perspectivas de fuerte crecimiento, el objetivo es promover "empleos de calidad y reducir la informalidad"; para los que tienen margen fiscal, invertir en infraestructuras; para los que no disponen de fondos suplementarios, centrarse en las medidas más efectivas en términos de costos y en los grupos más vulnerables.
Eso significa subvenciones que promuevan nuevos empleos, sistemas de aprendizaje para los jóvenes, programas de búsqueda de asistencia en la búsqueda de empleo o subsidios para los parados, en particular donde la asistencia social es relativamente baja.
Los jefes de la OCDE y de la OIT, por otra parte, destacaron cómo la protección social ha tenido "un papel significativo" en algunos países durante la crisis para proteger a los pobres y otras poblaciones vulnerables, de forma que se ha demostrado su efectividad para reducir la pobreza y las desigualdades, pero también para alentar "un crecimiento económico incluyente y sostenible". EFE
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