Lima, 6 may (EFE).- Perú sólo exportará a Brasil la energía
eléctrica que quede como excedente, afirmó hoy el viceministro
peruano de Energía y Minas, Daniel Cámac, tras el anuncio de la
culminación de las negociaciones para la interconexión eléctrica
entre ambos países.
Este acuerdo, que deberá ser aprobado por el Congreso brasileño y
el Ejecutivo peruano para entrar en vigor, establece el modo en que
los dos países vecinos podrán comerciar con la energía eléctrica
generada en sus territorios.
Según afirmó Cámac en la televisión local Canal N, una cláusula
establece las prioridades a la hora de destinar la energía peruana:
primero al servicio público local (mercado regulado), luego al
mercado libre local (como empresas mineras) y por último el mercado
brasileño.
"El acuerdo con Brasil nos va a permitir la construcción de
grandes centrales hidroeléctricas para abastecer el requerimiento
interno y luego la venta de excedentes al mercado brasileño", afirmó
Cámac.
El objetivo de Perú es asegurar el abastecimiento eléctrico del
país ante el gran crecimiento de la demanda que se espera en los
próximos años, que podría evolucionar de los 5.000 megavatios
actuales a 25.000 ó 30.000 en 30 años.
El acuerdo con Brasil conectaría a Perú con un sistema eléctrico
15 veces mayor que el local, lo que para el Ministerio de Energía y
Minas dará seguridad en el abastecimiento de los próximos años.
Además, la interconexión busca atraer a empresas inversoras que
estén dispuestas a construir grandes centrales hidroeléctricas en
territorio peruano, con el incentivo de poder vender parte de la
energía producida a Brasil a un mejor precio del que se vendería en
el regulado mercado eléctrico peruano.
"Esto permite que estos proyectos grandes se desarrollen y que
consigan rentabilidad con base en el mercado internacional", expresó
Cámac.
También señaló que el objetivo es llegar a inversiones que
generen un crecimiento de 500 megavatios al año, en donde las
grandes centrales hidroeléctricas son las idóneas para "dar la
sostenibilidad y la garantía de suministro a largo plazo".
Estas centrales hidroeléctricas, según los planes del ministerio
peruano, pasarían al Estado sin costo alguno tras finalizar el
periodo de concesión, que será en principio de 30 años.
Además, el ministerio aseguró que estos proyectos deberán contar
con viabilidad ambiental y social, tal y como se estipula en el
acuerdo, y teniendo en cuenta que las centrales podrían levantarse
en territorios situados en la selva amazónica peruana. EFE