Por Andrew MacAskill y William James
CANTERBURY, Inglaterra, 2 dic (Reuters) - Caroline Hegey y Emma Kelland quieren parar el Brexit pero apoyarán a diferentes partidos en la ciudad medieval de Canterbury cuando voten en las elecciones británicas de la próxima semana.
Hegey, que tiene 64 años y trabaja en administración de servicios sanitarios, apoyará al Partido Laborista, que aboga por un segundo referéndum sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Kelland, una trabajadora de 42 años, apoyará a los liberaldemócratas, un partido centrista conocido en Reino Unido como LibDem, que quieren que se revoque el Brexit.
La decisión de los dos grandes partidos de la oposición de competir entre sí en Canterbury, en lugar de presentar una sola candidatura, hace más probable que el candidato a los conservadores del primer ministro Boris Johnson sea el diputado elegido el 12 de diciembre.
Es un escenario que podría repetirse en docenas de distritos electorales -conocidos como circunscripciones- en todo el país, lo que aumentaría las posibilidades de Johnson de obtener una mayoría en el Parlamento y lograr la aprobación de los diputados a su acuerdo de salida de la UE.
Por el contrario, el recién creado Partido del Brexit ha acordado no competir contra los conservadores en aproximadamente la mitad de las circunscripciones, incluida Canterbury, para evitar diluir el voto a favor de Brexit.
"Esta elección podría decidirse por márgenes muy pequeños y me preocupa que estemos pasando tiempo atacándonos unos a otros cuando nuestras posiciones sobre el Brexit son muy similares", dijo Hegey en Canterbury, cerca del extremo sudeste de Reino Unido.
Esta mujer considera que un voto a favor de los LibDem, una fuerza parlamentaria mucho menor que el Partido Laborista, es un voto desperdiciado.
Sin embargo, Kelland dice que no puede votar por el Partido Laborista, el principal partido de la oposición británica, porque tiene una posición ambigua sobre Brexit y está dirigido por un euroescéptico, Jeremy Corbyn.
"Los liberaldemócratas son el único voto a favor de quedarse en la UE. Si se vota al Partido Laborista no se sabe lo que va a pasar", dijo.
"COMPLETAR EL BREXIT"
El principal lema de la campaña de Johnson es "completar el Brexit". Convocó las elecciones porque los conservadores perdieron su mayoría parlamentaria en las últimas elecciones de 2017.
En los dos últimos años, casi todas las encuestas han mostrado que una mayoría de votantes está a favor de seguir en la UE. Sin embargo, los laboristas no se unieron a una iniciativa destinada a unir los votos a favor de un único candidato proeuropeo en cada circunscripción.
Sólo los Demócratas Liberales y los partidos más pequeños acordaron cooperar, pero su acuerdo solo abarcaba alrededor del 10% de las 650 circunscripciones.
El resultado en circunscripciones reñidas como Canterbury, que alberga una catedral gótica, un castillo normando y murallas romanas a unos 90 km (55 millas) al sureste de Londres, podría ser crucial.
En 2017, Canterbury eligió por primera vez a una diputada laborista para el parlamento, con una ventaja de solo 187 votos sobre su rival conservadora Rosie Duffield.
El apoyo a los laboristas en Canterbury es ahora del 42%, mientras que para los conservadores es del 41% y para los demócratas liberales del 15%, según una reciente encuesta de opinión. Otra encuesta daba a los laboristas una ventaja de 4 puntos porcentuales.
Duffield dice que una votación dividida entre los partidarios de seguir en la UE "es un riesgo", pero espera que los liberaldemócratas voten por ella debido a su apoyo inquebrantable a la permanencia en la UE.
"Mi posición es que soy la mayor 'remoaner' del Parlamento", dijo a Reuters, utilizando un término que describe a los indignados y frustrados por el resultado del referéndum de 2016, uniendo el término "moan" ("quejarse") con "remainer" (partidario de permanecer en la UE).
Los análisis publicados por un grupo de campaña proeuropeo la semana pasada sugieren que con solo 120.000 "votos tácticos" en 57 circunscripciones Johnson podría quedarse sin mayoría de diputados.
El voto táctico, conocido en España como "voto útil", consiste votar a un partido que no sería la primera elección de un votante para tratar de evitar que otro partido gane.
John Curtice, profesor de política en la Universidad de Strathclyde, dice que para que la votación táctica funcione, tiene que haber suficientes personas que quieran impedir la victoria del político que ocupa el escaño, y tienen que ser indiferentes sobre a quién votan en su lugar.
"No hay que negar la posibilidad de que pueda suceder", dijo que reconoció no obstante la división de los votantes "remainers".
Pero la candidata de los LibDem en Canterbury, Claire Malcomson, dijo que no se sentiría culpable si los votos que vayan a parar a su candidatura en lugar de a los laboristas ayudan a los conservadores a obtener una mayoría y sacar a Reino Unido de la UE.
"Si te apasiona algo, no dejes que nadie te desanime. Continúa expresándote", dijo. "La gente merece tener opciones".
(traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)