Río de Janeiro, 16 ago (EFE).- El presidente de la petrolera
brasileña Petobras, José Sergio Gabrielli, admitió hoy que puede
haber problemas de conservación en algunas de las plataformas
marinas que operan en el océano Atlántico pero no de seguridad.
"Las plataformas estaban feas, estaban con problemas y
necesitando algunas obras de conservación. Admito que hay problemas
de conservación, pero jamás colocaríamos a nuestros trabajadores y
nuestros sistemas en riesgo", afirmó Gabrielli en declaraciones a
periodistas.
Gabrielli se refirió así a la decisión del jueves pasado de la
Agencia Nacional del Petróleo (ANP, órgano regulador) de ordenar la
suspensión de las operaciones en la plataforma P-33 de Petrobras por
posibles riesgos de accidentes.
La suspensión fue determinada luego de que un grupo de fiscales
del organismo realizara una inspección en la P-33 para verificar
denuncias de uno de los sindicatos de la petrolera estatal sobre
fallas de seguridad y piezas oxidadas y rotas que supuestamente
ponen en riesgo tanto a los trabajadores como a la instalación.
"Ante la naturaleza de los datos obtenidos en la acción de
fiscalización y con el objetivo de garantizar la seguridad de las
operaciones y de los trabajadores, la Agencia Nacional del Petróleo
decidió suspender cautelarmente las operaciones en la plataforma
P-33", según un comunicado divulgado el jueves por la ANP.
De acuerdo con el regulador, las operaciones tendrán que
permanecer suspendidas "hasta que los niveles de seguridad exigidos
sean restablecidos".
Los sindicatos alegan que otras plataformas tienen los mismos
problemas.
La suspensión de las operaciones se produce tras el derrame
masivo de petróleo en el Golfo de México provocado este año por un
accidente en una plataforma de la multinacional BP.
Dicho vertido, causado tras una explosión en la plataforma
"Deepwater Horizon" en abril pasado, liberó a las aguas del Golfo de
México unos 4,9 millones de barriles de petróleo antes que BP
lograse sellar el pozo averiado.
Según Gabrielli, la inspección en la P-33 fue hecha pocas semanas
antes de la paralización programada que Petrobras pretendía realizar
en la plataforma para someterla a mantenimiento y reparar los
eventuales problemas de conservación.
"La decisión de que sigan en operación (hasta la paralización
programada para mantenimiento) fue tomada porque estamos seguros de
que esas unidades, que necesitan de más conservación, no amenazan la
integridad de la plataforma ni de las personas", afirmó el
ejecutivo.
La P-33 es una de las gigantescas plataformas que la petrolera
brasileña opera en aguas profundas de Campos, la cuenca marina de la
que la Petrobras extrae cerca del 80 por ciento del petróleo
producido por Brasil. EFE