Gina Baldivieso
La Paz, 20 ago (EFE).- En la última década las petroleras
estatales de Latinoamérica han emprendido acciones para consolidar
su posición en la cadena productora de hidrocarburos y actualmente
muchas compiten de igual a igual con las privadas.
Así se ha puesto de manifiesto en un congreso del sector
clausurado hoy en la ciudad boliviana de Santa Cruz, que ha reunido
a representantes de empresas petroleras estatales y privadas de la
región para analizar los roles de ambos grupos.
La brasileña Petrobras, la colombiana Ecopetrol y la chilena ENAP
están entre las experiencias más exitosas de la región, pues no solo
se afianzaron en sus mercados internos, sino que han
internacionalizado sus operaciones.
La alianza de empresas públicas con sus similares de otros países
o con firmas privadas ha sido un elemento clave para este
desarrollo, aunque hay excepciones, como la estatal boliviana YPFB,
cuya prometida "refundación" después de la nacionalización de los
hidrocarburos en 2006 no se ha concretado por problemas políticos.
El consultor internacional Rafael Quijano señaló durante el
citado congreso que es un hecho que las grandes petroleras privadas
enfrentan en la actualidad "una gran competencia con las empresas
internacionales estatales".
Si bien las compañías privadas "mantienen ciertas ventajas casi
exclusivas" para el desarrollo de mega-proyectos, incluso en épocas
de crisis, estatales como Petrobras han demostrado ser capaces de
manejar estos planes, a juicio de este experto.
¿Cuál ha sido la clave del éxito de las petroleras estatales?
Cada una tiene su propia fórmula, aunque los elementos comunes son
el establecimiento de alianzas respetuosas con otras firmas, la
permanente capacitación de los recursos humanos y la implementación
de planes estratégicos eficientes y alejados de temas políticos.
El director de Fusiones y Adquisiciones de Ecopetrol, Óscar
Bravo, dijo a Efe que la capitalización de la estatal colombiana le
permitió despegar e incluso enfrentar el período de precios bajos
sin mayores inconvenientes.
"Con la capitalización pudimos obtener no solamente recursos
frescos sino la posibilidad de endeudarnos y eso nos dio más
agilidad para los procesos contractuales. Nos permitió incluso
mejorar los salarios de nuestros funcionarios, quienes se estaban
yendo hacia otras empresas", explicó.
Actualmente, Ecopetrol tiene acuerdos con más de la mitad de la
centena de empresas privadas que operan en Colombia y ha invertido
en México, Perú y Brasil.
Otra experiencia interesante es la de la estatal cubana CUPET,
que logró introducir nuevas tecnologías y acceder a capitales para
la extracción de petróleo en la isla pese al bloqueo comercial
impuesto por Estados Unidos.
El especialista de Nuevos Negocios de Exploración de CUPET,
Nicolás Navarro, señaló que para la estatal cubana, lo primero fue
la capacitación de sus recursos humanos, lo que le ha permitido
situarse "casi al mismo nivel" de las privadas que operan en Cuba.
"Las dificultades mayores que tenemos son el acceso al
financiamiento y a las técnicas y tecnologías modernas", agregó.
Sin embargo, CUPET ha podido superar estas limitaciones gracias a
la apertura del mercado cubano a los capitales extranjeros y en la
actualidad, la estatal ya está en condiciones de realizar
inversiones con recursos propios.
La empresa cubana tiene alianzas con la hispano-argentina Repsol,
la canadiense Cherry y las estatales Petronas (Malasia), ONGC
(India) y PDVSA (Venezuela), entre otras.
Tanto Ecopetrol como CUPET reconocen la importancia de tener
socios para el desarrollo de la industria petrolera, si bien
resaltan que la relación entre empresas debe ser de confianza,
respeto y beneficios mutuos.
"Es difícil crecer sin socios", sostuvo Óscar Bravo, al explicar
que Ecopetrol emprende su proceso de internacionalización "de la
mano" de Petrobras, de la estadounidense Exxon Mobil y de la
anglo-holandesa Shell, entre otras.
Así como hay empresas estatales "con una alta capacidad de
gestión", hay otras compañías "que tienen muchas carencias", apuntó
Rafael Quijano.
Analistas y ex autoridades bolivianas sitúan en este último grupo
a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB),
que ha tenido seis presidentes en tres años y que se ha visto
envuelta en escándalos de corrupción.
Los expertos afirman que YPFB no estará en condiciones de asumir
un rol protagonista en la cadena de hidrocarburos en tanto se siga
manejando bajo criterios políticos antes que técnicos.
El ex ministro de Hidrocarburos boliviano, Álvaro Ríos, afirmó
que el Gobierno de Evo Morales debería plantear la "refundación" de
YPFB cimentada en lo que se había logrado en el sector de
hidrocarburos antes de la nacionalización, en vez de "empezar desde
cero". EFE