Río de Janeiro, 3 sep (EFE).- La economía brasileña creció 1,2%
en el segundo trimestre, lo que significa una desaceleración frente
al crecimiento del 2,7% del primero, pero acumula una expansión
récord del 8,9% en los primeros seis meses del año frente al mismo
período de 2009, informó hoy el Gobierno.
En comparación con el segundo trimestre de 2009, el Producto
Interior Bruto (PIB) aumentó un 8,8% entre abril y junio, según los
datos divulgados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y
Estadísticas (IBGE).
Pese a que el propio Gobierno esperaba una desaceleración tras el
fuerte crecimiento del primer trimestre, el resultado divulgado hoy
estuvo por encima de las previsiones más optimistas, que apuntaban
un crecimiento de hasta el 1%.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, había previsto la semana
pasada que la economía crecería entre 0,50% y 1% en el segundo
trimestre y había atribuido esa desaceleración al fin de los
incentivos fiscales del Gobierno para ayudar a los sectores más
afectados por la crisis mundial.
La desaceleración también fue atribuida a la decisión del Banco
Central de elevar los tipos de interés para hacer frente a la
inflación.
El resultado del PIB en el segundo trimestre confirmó las
proyecciones del Gobierno de que Brasil terminará el año con una
expansión de hasta el 7%, tras haber sufrido una contracción del
0,2% en 2009 como consecuencia de la crisis.
Según el IBGE, en el acumulado de los últimos doce meses, hasta
junio, la economía brasileña creció un 5,1% frente al período julio
2008-junio 2009.
El IBGE informó igualmente que el crecimiento del segundo
trimestre frente al primero fue impulsado principalmente por el
sector agropecuario, que creció un 2,1%, seguido por la industria
(1,9%) y por los servicios (1,2%).
El crecimiento del 8,8 del PIB en la comparación con el segundo
trimestre de 2009, por su parte, fue impulsado por la industria
(13,8%), seguido por la agropecuaria (11,4%) y por los servicios
(5,5%).
La expansión del 8,9% en el primer semestre es la mayor para el
período desde 1996, cuando el indicador comenzó a ser medido con los
actuales criterios.
El crecimiento semestral fue impulsado por la industria (14,2%),
seguida por la agropecuaria (8,6%) y por los servicios (5,7%).
Los sectores industriales que más se expandieron en el semestre
fueron los de construcción civil (15,7%), industria de la
transformación (15,4%) y extracción mineral (13,9%).
En los servicios, los más vigorosos fueron los de comercio
(13,5%), transporte, almacenaje y correo (11,8%) e intermediación
financiera y seguros (9,4%).
Uno de los factores que más contribuyó al crecimiento en los
primeros seis meses del año fue la formación bruta de capital fijo
(inversión productiva), que, con una expansión del 26,2%, alcanzó su
mejor resultado histórico.
El consumo de las familias (demanda interna), que creció un 8% en
el semestre, volvió a destacarse como uno de los principales motores
de la economía brasileña y más que dobló el crecimiento del consumo
del Gobierno (3,6%).
La expansión de la demanda interna y la recuperación de la
industria hicieron que las importaciones registraran un salto récord
de 39,2% en el primer trimestre, casi cuatro veces el crecimiento de
las exportaciones (10,5%). EFE