Lisboa, 28 sep (EFE).- El presidente luso, Anibal Cavaco Silva,
inició hoy dos jornadas de reuniones con los partidos ante la
amenaza de que una crisis presupuestaria complique la ya difícil
situación de Portugal, cuya deuda volvió a empeorar en los mercados.
El conservador Cavaco, que cohabita con el Ejecutivo socialista
de José Sócrates, convocó a todos los partidos en medio de una
batalla de declaraciones entre el Gobierno y la oposición sobre la
falta de acuerdo para aprobar los presupuestos del Estado para 2011,
sujetos a fuertes recortes.
Portugal debe cumplir en esos presupuestos los compromisos
contraídos en marzo con Bruselas para reducir su déficit desde el
9,3% registrado en diciembre pasado a menos del 3% en el ejercicio
de 2013.
El primero de los dos días de reuniones políticas se celebraron
mientras la desconfianza de los mercados hacia la deuda de Portugal
registraba otro récord y sus obligaciones del tesoro a diez años se
negociaban con un interés del 6,64% y una diferencia de 440 puntos
base sobre el bono de referencia alemán.
Cavaco recibió hoy, por separado, a los partidos marxistas que
controlan un cuarto del Parlamento y cuyos líderes achacaron la
amenaza de la crisis presupuestaria a maniobras del Gobierno para
lograr que se apruebe su programa económico.
Tras la reunión, el secretario general del Partido Comunista,
Jerónimo de Sousa, acusó al Ejecutivo socialista de hacer "un
chantaje" con el presupuesto y aseguró que su formación no está
interesada en una crisis política sino en un "cambio de política",
que tenga en cuenta a la población menos favorecida.
El líder del Bloque de Izquierda, Francisco Louça, también señaló
que su partido hará todo lo posible para evitar una crisis e impedir
que se agrave la situación del país y abogó por que se cambien las
prioridades del Gobierno.
Cavaco concluye las reuniones este martes con los verdaderos
protagonistas de la crisis, que son los socialistas y el principal
partido de la oposición, el Social Demócrata (PSD, centroderecha),
al que pertenece el jefe del Estado.
El ministro de la Presidencia del Gobierno, Pedro Silva Pereira,
declaró hoy que el socio natural para aprobar el presupuesto de 2011
es el PSD, que dio su visto bueno al plan presentado por el
Ejecutivo a Bruselas.
Pero la oposición conservadora se niega a apoyar un presupuesto
que incluya nuevos aumentos de impuestos, que el Gobierno considera
imprescindibles, y sólo apoya reducciones de gastos.
Silva Pereira se mostró hoy optimista sobre la posibilidad de un
entendimiento que permita aprobar el presupuesto en el Parlamento,
aunque la semana pasada fue quien disparó las alarmas de la crisis
al dar a entender que el Gobierno podía dimitir si no se aprobaban
los presupuestos.
Entretanto, Antonio Saraiva, presidente del principal organismo
empresarial, la Confederación de la Industria Portuguesa (CIP),
consideró "casi inevitable" que Portugal acabe por recurrir al Fondo
Europeo de Estabilidad o al Fondo Monetario Internacional (FMI) dado
que no ha logrado bajar el déficit de sus finanzas públicas.
Desde el otro lado, Manuel Carvalho da Silva, secretario general
de la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP), el
principal sindicato, advirtió de que el país puede quedar sujeto a
"recetas" y presiones del exterior y culpó tanto al Gobierno como a
la oposición conservadora de la situación actual.
La única noticia económica positiva de la jornada en Portugal la
dio el Instituto Nacional de Estadística (INE) que volvió a revisar,
esta vez a la baja, la cifra del déficit estatal en 2009 y la situó
en el 9,3%, una décima menos de la actualización oficial anunciada
en primavera. EFE