Buenos Aires, 19 ene (EFE).- La presidenta de Argentina, Cristina
Fernández, suspendió el viaje que tenía previsto realizar el próximo
viernes a Bolivia para asistir a la segunda investidura de su par
Evo Morales y firmar un nuevo acuerdo bilateral para la provisión de
gas boliviano, dijeron hoy a Efe fuentes oficiales.
El viaje fue suspendido en medio del conflicto que afronta el
Gobierno de Fernández con el jefe del Banco Central, Martín Redrado,
por la negativa de éste a usar 6.569 millones de dólares de reservas
monetarias para el pago de deudas soberanas de este año.
Fernández tenía previsto firmar con Morales un acuerdo para
aumentar de manera progresiva los envíos diarios de gas a Argentina,
sin modificación de los precios pautados, aunque con plazos de pago
establecidos, según había informado el Ministerio de Planificación
argentino días atrás.
Esta cartera también había señalado que los jefes de Estado
planeaban abrir la licitación para la construcción del Gasoducto de
Integración, destinado a "incrementar los volúmenes que luego
abastecerán al Gasoducto del Noreste (GNEA)", otro conducto
proyectado para brindar gas natural boliviano a cuatro provincias
argentinas.
Portavoces del ministro de Planificación, Julio De Vido, no han
precisado si ese acuerdo será firmado por otro funcionario en
Bolivia, que envía a Argentina cerca de 4 millones de metros cúbicos
diarios de gas.
En el nuevo acuerdo "se prevé un cronograma que permita adecuar
los volúmenes de gas enviados a la Argentina de acuerdo a la
producción de Bolivia, para alcanzar de manera progresiva los 27,7
millones de metros cúbicos/día en los próximos años", indicó un
reciente comunicado de ese ministerio.
Las fuentes consultadas por Efe revelaron además que aún está "en
estudio" el viaje que Cristina Fernández tiene previsto realizar la
semana próxima a China, aunque creen que se concretará "por la
importancia" que tiene.
La presidenta planea partir el próximo domingo hacia el gigante
asiático al frente de una delegación de empresarios para la firma de
convenios económicos y la búsqueda de nuevos nichos de negocio en
ese país, uno de los principales socios comerciales de Argentina.
Los cambios en la agenda presidencial se comenzaron a barajar en
medio del escándalo político desatado hace diez días, cuando Redrado
se negó a habilitar el uso de reservas para el pago de deudas
dispuesto por la mandataria.
El conflicto se agudizó cuando una jueza suspendió el decreto
presidencial que habilita el uso de reservas para cancelar pasivos y
restituyó al frente del Banco Central a Redrado, quien había sido
cesado horas antes por Fernández.
La prensa local comenzó a especular días atrás con la posibilidad
de que el vicepresidente argentino, Julio Cobos, enfrentado a su
Gobierno, aproveche la ausencia de la presidenta para convocar a
sesiones extraordinarias del Parlamento, ahora en receso, con el fin
de dirimir el conflicto.
Pero Cobos negó que vaya a convocar al Parlamento cuando quede a
cargo del Ejecutivo, a tono con la decisión del Gobierno, que se
niega a llamar a sesiones parlamentarias extraordinarias para tratar
el conflicto con el Banco Central. EFE