Londres, 18 jun (EFE).- El presidente de BP, Carl-Henric Svanger,
indicó hoy que tomará las riendas para restablecer la reputación de
la petrolera británica, ya que el vertido de crudo en el Golfo de
México ha pasado de ser un accidente industrial a una "cuestión
política".
En una entrevista con la cadena de televisión Sky News, Svanger
reconoció que ciertos comentarios del consejero delegado de BP, Tony
Hayward -que ha estado a cargo de gestionar la respuesta al
desastre-, han "disgustado a algunas personas".
Dijo también que Hayward se fue a Estados Unidos con la misión
expresa de resolver la cuestión, pero la contención del derrame, que
empezó tras un accidente el pasado 20 de abril en el que murieron 11
personas, no ha ido según lo planeado.
"Todo el mundo pensaba que se haría más rápidamente", afirmó
Svanger, en lo que se ha interpretado como una aparente falta de
apoyo del presidente de BP para Hayward.
El máximo responsable de la empresa recordó que, como ya se
anunció a los accionistas el pasado 4 de junio, la gestión de la
respuesta al desastre se trasladará al responsable de América de BP,
Bob Dudley, quien velará por el cumplimiento de todas las
obligaciones de la compañía.
Según se precisó en esa fecha, BP creará una empresa específica
que se encargará de gestionar las tareas de reparación y de hacer
frente a los efectos del escape de crudo ocurrido en una de sus
plataformas en el Golfo de México.
Durante la entrevista de hoy, Svanberg admitió que lo que empezó
como un accidente industrial se ha transformado en un conflicto de
mayor alcance.
"Se ha convertido en un asunto de reputación, un apretón
económico para BP y un asunto político, y por eso ahora me veréis
más a mí", declaró.
Hasta ahora, la estrategia de la empresa había sido que Hayward
fuera su principal portavoz, pero las repercusiones políticas de lo
ocurrido requieren un cambio de estructura.
"Dado que esto se está convirtiendo en un tipo de crisis
diferente, aquí es cuando entro yo", manifestó.
El presidente de la petrolera dijo que el accidente ocurrido en
el pozo Deepwater Horizon "era muy poco probable y con graves
consecuencias".
Insistió en que la empresa, que ha suspendido el pago de
dividendos a sus accionistas para invertir el dinero en solventar la
crisis, "es fuerte", y negó que, como ha sugerido el Gobierno ruso,
se enfrente a su "desaparición".
"Aún creo firmemente en BP y pienso que saldremos de ésta",
afirmó. EFE