Macarena Vidal
Washington, 10 jun (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama,
quien hoy se reunirá con los familiares de las víctimas que dejó el
derrame de petróleo en el Golfo de México, pidió un endurecimiento
de las leyes para casos de vertidos similares.
Obama se reunió hoy con los principales líderes del Congreso en
la Casa Blanca para supervisar la situación en el Golfo, en lo que
describió como una conversación "franca".
"Basándonos en un examen exhaustivo de lo ocurrido, creemos
necesario actualizar las leyes, de modo que estemos en mucha mejor
posición para responder a estas crisis en el futuro".
Las leyes actuales "no son adecuadas para lo ocurrido" en el
Golfo, pues se aprobaron antes de que el sector petrolero empezara a
perforar en alta mar, donde si se produce un problema las
consecuencias pueden ser mucho más graves ante las dificultades para
resolverlo, explicó.
El presidente insistió también de nuevo en la necesidad de que el
país invierta y adopte las leyes necesarias para promover el sector
de energías limpias.
Esa área, defendió, "crea puestos de trabajo y reconoce que,
aunque seguiremos dependiendo del petróleo y los hidrocarburos aún
durante bastante tiempo necesitamos empezar a planificar ahora para
que podamos terminar siendo líderes energéticos en el futuro".
"Aún no lo somos", subrayó el presidente estadounidense tras la
reunión, en la que participaron, entre otros, el líder de la mayoría
demócrata en el Senado, Harry Reid, y el jefe de la oposición
republicana en esa cámara, Mitch McConnell.
El vertido en el Golfo de México, la peor catástrofe
medioambiental en la historia de EE.UU., comenzó a raíz de la
explosión y hundimiento en el mar, por causas aún desconocidas, de
la plataforma petrolera Deepwater Horizon el 20 de abril, en un
incidente en el que murieron once trabajadores.
El presidente tiene previsto reunirse hoy, a puerta cerrada, con
los familiares de las víctimas, que han denunciado la falta de
atención por parte de la empresa responsable de la plataforma,
British Petroleum.
También abordará el derrame y la respuesta de la compañía este
fin de semana con el nuevo primer ministro británico, David Cameron,
según anunció hoy el número 10 de Downing Street.
El valor accionarial de British Petroleum (BP) se ha reducido
prácticamente a la mitad desde el pasado 20 de abril.
BP ya consigue recuperar 15.800 barriles de petróleo (2,5
millones de litros) diarios del pozo averiado en el Golfo de México,
indicó hoy en su rueda de prensa diaria, el coordinador de las
tareas de la lucha contra el vertido, el almirante del Servicio de
Guardacostas Thad Allen.
Ahora, sostuvo el alto mando, la compañía se centra en preparar
la campana colocada sobre el pozo averiado para la temporada
atlántica de huracanes que comenzó la semana pasada.
La idea es, explicó, instalar una manguera flexible para el
trasvase del crudo desde la campana a los barcos petroleros que
aguardan sobre la superficie marina.
Esa manguera se podría desconectar con facilidad en caso de
huracán, agregó el almirante.
Si se produjera la necesidad de desconectar, admitió,
"probablemente se vertiría crudo al mar". "Esa es la naturaleza de
la operación y las limitaciones que tiene el mecanismo de contención
actual", añadió.
Mientras BP intenta contener el derrame, también se ha
comprometido a acelerar el procedimiento para pagar las
indemnizaciones que se le presenten por daños y perjuicios,
indicaron las autoridades estadounidenses.
Según Tracy Wareing, del Mando Nacional para Incidentes, en una
reunión hoy con directivos de BP, incluido el propio director
general, Tony Hayward, los funcionarios del Gobierno expresaron su
preocupación por el tiempo que la petrolera tarda en solventar esas
reclamaciones, en particular a comercios y empresas en el área
afectada.
La compañía, agregó Wareing, se ha comprometido a cambiar el modo
en que procesa las reclamaciones para acelerar los desembolsos. EFE
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