Ginebra, 2 mar (EFE).- Los primeros automóviles chinos de
propulsión eléctrica e híbrida llegarán al mercado español este año
después de ser expuestos en Madrid en el Salón Internacional del
Automóvil Ecológico que en mayo sustituye al Salón del Automóvil
convencional.
La división automovilística del grupo Bergé será la encargada de
introducir en el mercado español estos automóviles, procedentes de
la compañía BYD, con la que el grupo español firmó el acuerdo de
distribución el pasado viernes en China.
Fuentes del grupo Bergé explicaron que aún se desconocen los
detalles de la comercialización porque primero, coincidiendo con la
celebración del Salón del Automóvil de Ginebra, habrá de celebrarse
una reunión de distribuidores europeos y se esperará al Salón de
Automóvil de Pekín para definir el proceso.
El portavoz aseguró que este año llegarán las primeras unidades
porque hay un compromiso con el Plan Movele puesto en marcha por el
Ministerio de Industria para la promoción de los coches híbridos
enchufables y eléctricos puros.
En el Salón de Ginebra se muestran algunos modelos fabricados por
esta compañía (Build Your Dreams: BYD), entre ellos el F3DM, un
turismo compacto de cuatro puertas de 4,54 metros equipado con
tecnología híbrida enchufable, capaz de una autonomía de 100
kilómetros en modo eléctrico puro, con una potencia combinada de 168
caballos.
La autonomía de este híbrido utilizando toda la carga de la
batería y el depósito de gasolina es de casi 600 kilómetros.
El F3DM será uno de los modelos introducidos en el mercado
español, junto al eléctrico e6, un turismo de formato familiar con
4,6 metros de longitud, equipada con tracción a las cuatro ruedas y
una propulsión de 101 caballos.
Este vehículo eléctrico familiar ofrece una autonomía superior a
los 330 kilómetros, con una velocidad máxima de 140 km/h.
Ambos modelos están alimentados con baterías de iones de litio
desarrolladas por la propia compañía, que es líder mundial de esta
tecnología, aplicada hasta ahora a dispositivos de consumo, como los
de telefonía, con una cuota del mercado mundial en torno al 90%. EFE