La Habana, 10 ago (EFE).- La producción agropecuaria en Cuba
decreció un 7,5 por ciento en el primer semestre del año en relación
al mismo período de 2009, según un informe divulgado por la página
digital de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
La ONE indica que el sector agropecuario en la isla (capítulo en
el que no se incluye la producción azucarera) disminuyó en un 9,7% y
la ganadería lo hizo en un 4,8% de enero a junio pasado.
De acuerdo con los datos oficiales, ha bajado la cosecha de
tubérculos, raíces, hortalizas, fríjoles, arroz y cítricos, mientras
que el único producto con un notable incremento fue el plátano, que
creció un 48%.
La caída del sector agrícola en lo que va de año se suma a la
situación de la agroindustria del azúcar, cuya zafra 2009-2010 fue
calificada por medios oficiales como la más pobre de su historia
desde 1905, aunque no se han divulgado las cifras.
En su discurso ante el Parlamento el pasado 1 de agosto, el
presidente cubano, Raúl Castro, se refirió al "incumplimiento" del
sector de la caña y de otras producciones agrícolas "a causa de
errores de dirección y también por los efectos de la sequía".
Para el economista disidente Óscar Espinosa Chepe, la reducción
de la producción agropecuaria "acusa una continuada reducción desde
el 2008" y los resultados son "calamitosos", sin perder de vista los
huracanes que afectaron al país en aquel año y la posterior sequía.
"Por consiguiente, se profundiza la dependencia del exterior en
materia alimentaria, cuando la nación parece que carece de recursos
financieros", señala un análisis divulgado a la prensa extranjera
por Espinosa, preso del grupo de los 75 que recibió licencia
extrapenal por motivos de salud en 2004.
En su opinión, Cuba necesita realizar "urgentemente cambios
radicales en las áreas productivas, de comercialización y la
adquisición de suministros para la agricultura", al tiempo que
iniciativas estatales como la entrega de tierras ociosas "no han
solucionado los inmensos problemas existentes".
Durante el primer semestre del año, el Gobierno cubano entregó
más de un millón de hectáreas de tierras ociosas en usufructo a
nuevos productores, como parte de su política para impulsar la
producción de alimentos y disminuir importaciones.
La ley para la entrega de las tierras fue aprobada en 2008, tras
el anuncio de que la mitad de las áreas cultivables del país se
encontraban sin producir.
Raúl Castro ha insistido en varias ocasiones en que la producción
de alimentos es un asunto de "seguridad nacional" y ha reiterado su
empeño en activar la producción agrícola de la isla.
Cuba ha estado importando más del 80 por ciento de los víveres
que consumen sus 11,2 millones de habitantes, y en abril pasado
trascendió que el país sigue gastando más de 1.500 millones de
dólares anuales en la compra de alimentos. EFE