Moscú, 20 ago (EFE).- La propuesta de depreciar el rublo en entre
un 30 y 40 por ciento ha desatado una encendida polémica sobre la
posibilidad y la conveniencia de una nueva devaluación de la moneda
nacional, medida totalmente impopular entre la población rusa.
El autor de la iniciativa que ha causado el revuelo es el
diputado oficialista y miembro del Consejo Nacional de la Banca
(CNB), Anatoli Axákov, quien argumenta que una depreciación súbita
es uno de los pocos recursos que existen para salvar la industria
rusa.
La sugerencia fue recibida de uñas por los dirigentes del
oficialismo: el presidente de la Duma o Cámara de Diputados de
Rusia, Borís Grizlov, recomendó incluso expulsar a Axákov del CNB.
El Gobierno ha negado por activa y pasiva que tenga planes de
devaluar el rublo.
"Mientras el precio del petróleo se mantenga alto no se puede
hablar de devaluación. Y así se mantendrá en un año", dijo el
ministro de Finanzas ruso, Alexéi Kudrin.
Pero en los círculos de negocios hay quienes consideran que la
devaluación es inevitable.
"La espero. Es la única medida de que dispone el Ejecutivo para
cumplir con sus obligaciones presupuestarias", afirmó el ex
viceprimer ministro ruso y vicepresidente del directorio de
Alfa-Bank, Oleg Sysúev, en declaraciones al semanario "Vlast".
El ex funcionario y actual banquero expresó que "estaría feliz"
si el Gobierno inventara otro medio de cumplir sus compromisos, pero
la estructura de la economía no lo permite.
"El presupuesto es deficitario y hay que financiar la economía.
¿Qué puede ser más sencillo que depreciar el rublo para cumplir las
obligaciones sociales?", sostuvo Yuri Glotser, presidente de BFG,
grupo integrado por una veintena de empresas de distintos sectores.
Para Ígor Nikoláyev, jefe del departamento de análisis
estratégico de la consultora FBK, la devaluación de rublo "es
inevitable".
En su opinión, el precio actual del petróleo en los mercados
mundiales no es el adecuado y dentro de poco bajarán los precios,
con lo que aumentará la presión sobre el rublo.
"Creo que antes de fin de año superaremos el nivel de los 40
rublos por dólar", pronosticó Nikólayev.
Actualmente la cotización oficial del rublo, que es establecida
diariamente por el Banco Central de Rusia, es de 31,9 unidades por
dólar (45 por euro).
"La devaluación es como un trueno, antes de ella siempre debe
verse un relámpago en forma de cambios en los precios del petróleo.
Mientras no haya relámpago no hay que temer una devaluación", opina
Igor Kogan, vicepresidente del directorio de Orgresbank,
Eso sí, agregó, nadie puede atreverse a predecir la evolución de
los precios del petróleo, el principal producto de exportación de
Rusia.
En el último año, el rublo ha perdido más de un tercio de su
valor como consecuencia de la crisis económica global, en la que
Rusia se muestra como una de las economías emergentes más afectadas
por las turbulencias internacionales.
"Una nueva ola de devaluación no tiene justificación alguna, pues
para lo único que servirá es para aumentar los ingresos de los que
ganan dinero con la venta del petróleo y el gas, es decir, el
Kremlin", escribió hoy en el diario digital ej.ru la conocida
comentarista Yulia Latínina.
Según la periodista, el principal problema de la economía rusa no
es la crisis global ni el rublo fuerte, sino la incapacidad del
dinero en convertirse en capital que genere nuevo dinero, todo esto
por la corrupción del sistema. EFE