Santiago de Chile, 14 feb (EFE).- El próximo ministro chileno de
Hacienda, Felipe Larraín, quiere un peso competitivo y evalúa emitir
deuda en pesos y subir el impuesto a los combustibles, declaró en
una entrevista que publica hoy la prensa local.
"Pensamos que emitir deuda en pesos es una alternativa, y eso
debe hacerse de forma coordinada con el Banco Central para evitar
los efectos negativos", dijo Larraín en una entrevista con el diario
El Mercurio, que la difunde en su versión digital.
Larraín, quien asumirá su cargo el próximo 11 de marzo con el
derechista Sebastián Piñera al frente del nuevo gobierno, señaló
también que busca mantener "un tipo de cambio competitivo".
Además, adelantó que el gasto público crecerá cerca de un cuatro
por ciento este año, lejos del aumento del 18 por ciento registrado
en 2009.
Esa cifra está dentro del rango que marca el presupuesto del
2010, que permite un incremento del 4,3 por ciento del gasto
público.
A su juicio, el Gobierno de Michelle Bachelet se equivocó al
vender el año pasado en el mercado local de divisas siete mil
millones de dólares repatriados de los ahorros del cobre en el
extranjero, lo que en su opinión presionó el dólar a la baja.
Larraín anunció que algunas de las medidas que tomará al frente
del Ministerio de Hacienda serán otorgar un bono a familias de bajos
ingresos, extender el subsidio a la contratación de la mano de obra
y potenciar el trabajo a distancia.
A ellas se suman un bono de capacitación para mejorar la
formación de los trabajadores.
Con todo ello, Larraín se propone crear un millón de empleos en
los próximos cinco años, dijo recientemente en una entrevista con el
diario La Tercera.
También pretende "hacer más atractiva la participación en
sindicatos extendiendo las materias que están sujetas a negociación
colectiva, reduciendo los quórums de número mínimo de trabajadores
para participar en ella".
Además, el futuro ministro adelanta que "por razones de
congestión y contaminación", el impuesto a los combustibles debiera
volver a subir a partir del 25 de marzo próximo, tal como está
estipulado en una ley que rebajó su precio durante dos años.
Se calcula que el impacto de esa subida será de unos 50 pesos por
litro (0,10 dólares). EFE