Lisboa, 2 jun (EFE).- Portugal Telecom (PT) prepara la estrategia
para "discutir" la nueva oferta de Telefónica de 6.500 millones de
euros por el control de la brasileña Vivo, que se someterá a una
junta de accionistas como había pedido la empresa española.
Los directivos del antiguo monopolio luso de las comunicaciones
no dieron hoy detalles sobre el propósito comunicado al regulador de
la bolsa de Lisboa el martes por la noche de "discutir la oferta con
Telefónica hasta la junta general".
El Gobierno portugués, que mantiene una acción de oro (con
derechos especiales de veto) en PT, evitó hacer comentarios sobre la
operación y las autoridades preguntadas por el asunto dijeron que se
pronunciarán cuando sea "oportuno".
A diferencia de lo que opinaban con la primera oferta de
Telefónica, por 5.700 millones de euros, los analistas del mercado y
los medios económicos lusos apuntaban hoy que PT venderá Vivo,
aunque intentará que la empresa española suba aún más la puja.
El Consejo de Administración de PT informó a la Comisión del
Mercado de Valores Mobiliarios lusa (CMVM) de que Telefónica le ha
ofrecido adquirir su 50% en Brasicel, con la que PT y Telefónica
controlan el 60 por ciento de Vivo, por un precio que "no refleja su
valor estratégico" para la empresa española.
En cambio, cuando Telefónica hizo su primera oferta, el pasado 11
de mayo, PT se apresuró a rechazarla, sin aceptar consultar a los
accionistas, con el argumento de que no estaba a la altura de la
importancia de la compañía brasileña para el futuro y el crecimiento
de la propia operadora portuguesa.
También a diferencia de lo que ocurrió en aquella ocasión varios
accionistas del llamado núcleo duro portugués de PT se han
manifestado hoy conformes con la convocatoria de una junta de
accionistas para decidir la oferta de Telefónica, que para los
analistas supone dar vía libre a la venta de Vivo.
Los principales accionistas nacionales de PT son el grupo Banco
Espírito Santo (BES), que controla el 7,99%; la estatal Caixa Geral
de Depósitos (CGD), que es la mayor entidad financiera portuguesa y
tiene el 7,30%; y el conglomerado portugués Ongoing, con el 6,74%.
Algunos medios lusos recogieron hoy fuentes del BES que se
mostraron de acuerdo con la decisión de convocar la asamblea y no
criticaron la nueva oferta de Telefónica, a la que hace unas semanas
otros directivos del banco acusaron públicamente de humillar a PT.
El multimillonario y coleccionista de arte madeirense Joe
Berardo, que tiene alrededor del 2%, apoyó también la primera
negativa de PT y hoy se declaró favorable a que los accionistas
decidan.
En la asamblea general de la sociedad, que debe celebrarse en el
plazo de 40 días tras su convocatoria oficial, aún no divulgada, los
votos de los accionistas internacionales pueden ser decisivos.
Los inversores extranjeros de la compañía lusa, cuyos derechos de
voto están limitados al 10 por ciento, los encabezan la propia
Telefónica, con ese porcentaje máximo de capital, y el fondo
estadounidense Brandes, que tiene el 7,89%.
La empresa lusa llegó a ganar hoy en la bolsa de Lisboa cerca de
un 8% para cerrar finalmente en un modesto 1,45%, aunque en una
jornada de pérdidas generalizadas.
Con esa cotización el valor de toda la compañía en el parqué
portugués es de 7.680 millones de euros, poco más de mil millones
por encima de la oferta que ha hecho Telefónica por su 30% de Vivo y
pese a que PT no ha parado de subir desde que recibió la primera
oferta, el 11 de mayo.
Desde el Gobierno luso el principal comentario sobre la oferta de
Telefónica lo hizo hoy el ministro de Obras Públicas, Antonio
Mendonça, que se encuentra con el primer ministro José Sócrates de
visita oficial en Marruecos.
Mendonça afirmó que su Gobierno se posicionará en este asunto
"cuando sea oportuno" y señaló que "en este momento lo que está en
curso debe quedar en el dominio de las relaciones entre las
empresas".
El mes pasado Sócrates defendió durante una visita a España la
importancia de que PT mantenga su presencia en Brasil y
posteriormente dio a entender, durante otro viaje a este último
país, que el Gobierno podría usar su acción de oro para defender a
la empresa de una posible opa hostil de Telefónica. EFE