Moscú, 6 ago (EFE).- El primer ministro ruso, Vladímir Putin, ha
firmado un decreto por el que Rusia renuncia definitivamente a
unirse a la Carta Energética, anunció hoy el Gobierno en un
comunicado.
"Rusia no se siente obligada a no tomar decisiones que socaven el
contenido del documento y su protocolo, y sus objetivos", señala la
nota, según las agencias rusas.
El ministerio de Exteriores ruso ya ha informado al Gobierno de
Portugal sobre la decisión, ya que el acuerdo internacional sobre la
Carta Energética fue suscrita en Lisboa en diciembre de 1994.
Rusia, que firmó, pero nunca ratificó el documento, considera que
la carta ya no es un documento válido para regular su relación con
la Unión Europea (UE) en ese terreno.
Putin ya aseguró en varias ocasiones durante los últimos meses
que no veía sentido en que Rusia mantuviera su firma en la Carta
Energética.
El primer ministro ruso considera que ese documento debe ser
reemplazado por el pacto energético propuesto en abril pasado en
Helsinki por el presidente ruso, Dmitri Medvédev.
Ese pacto "contribuiría sustancialmente a normalizar las
relaciones en la esfera energética en Europa, lo que crearía una
base legal que tendría en cuenta los intereses de todos los
participantes: productores, países de tránsito y consumidores",
señaló Putin.
En virtud del pacto energético ruso, proveedores y consumidores
compartirían la responsabilidad por el tránsito de los hidrocarburos
por territorio de terceros países y acordarían inversiones conjuntas
en las redes de gasoductos y oleoductos.
Al respecto, el Kremlin también desea que la UE permita el libre
acceso del consorcio gasístico ruso Gazprom a los activos de las
compañías energéticas europeas.
A cambio, Rusia permitiría que las compañías europeas inviertan
en este país, el mayor exportador mundial de gas y el segundo de
petróleo.
Mientras, la UE mantiene que Rusia debería ratificar lo más
pronto posible la Carta Energética, mecanismo de cooperación entre
el Oeste y el Este de Europa, aduciendo que el pacto energético
propuesto por el Kremlin no anula el espíritu y la letra de la
carta.
Sin embargo, Rusia se niega, ya que considera que el documento es
perjudicial para los intereses de los países productores, al tiempo
que lo considera incapaz de prevenir conflictos como el ocurrido a
principios de año con Ucrania.
Moscú denuncia que la Carta Energética busca asegurar a la UE el
libre acceso a las reservas rusas y sus redes monopolizadas de
gasoductos y oleoductos, mientras Europa bloquea las inversiones
rusas y las compras de activos en territorio de los Veintisiete.EFE