Julio César Rivas
Toronto, 20 may (EFE).- La reestructuración de General Motors
(GM) está funcionando cada vez mejor a juzgar por el anuncio esta
semana de que por primera vez en tres años la empresa tuvo
beneficios, aunque sus operaciones europeas se han convertido en la
asignatura pendiente.
La última vez que el mayor fabricante de automóviles terminó un
trimestre con ganancias fue en 2007. Desde entonces, la empresa
acumuló decenas de miles de millones de dólares hasta que a mediados
de 2009 se tuvo que declarar en quiebra, reestructurar sus
operaciones y recibir 60.000 millones de dólares de dinero público.
Pero en los tres primeros meses de 2010, General Motors fue capaz
de ganar 865 millones de dólares además de devolver la totalidad de
8.400 millones de dólares que le prestaron las autoridades de
Estados Unidos y Canadá.
El próximo objetivo de GM es mantener la rentabilidad en lo que
queda de año para poder salir a la bolsa lo antes posible según
reveló el director financiero de la empresa, Chris Liddell.
La salida a bolsa permitirá que el Departamento del Tesoro venda
en los mercados su participación en GM, que asciende al 61 por
ciento del capital social y que recibió a cambio de la transferencia
de 50.000 millones de dólares en el 2009, lo que mejoraría su imagen
de cara a los contribuyentes estadounidenses.
La mejora de la situación económica en Estados Unidos, en
general, y del mercado del automóvil, en particular, apunta a que GM
no tendrá excesivos problemas para mantener la rentabilidad en los
próximos meses, en gran medida gracias a que desde la salida de
quiebra ha reducido de forma significativa sus costes.
También está ayudando que los nuevos productos que salen de las
factorías de GM están siendo aceptados por un creciente número de
consumidores.
En este sentido, Edmunds.com dijo hoy que desde principio de mayo
las ventas de GM han aumentado un 9 por ciento al mismo tiempo que
las de Toyota han caído un 12 por ciento.
El sitio de internet, que sigue las transacciones realizadas en
los concesionarios del país, justificó el descenso de Toyota por la
persistencia de los problemas de imagen y la falta de efectividad de
sus programas de incentivos.
"Estamos notando que el programa de incentivos de Toyota está
empezando a ser ignorado ya que la mayoría de las personas que
estaban interesados en las ofertas del fabricante ya han realizado
sus compras", afirmó a través de un comunicado Jessica Caldwell,
analista de Edmunds.com.
Ford, el segundo mayor fabricante estadounidense de automóviles,
ha sido de momento el que más se ha beneficiado de la caída de
Toyota desde que a principios del 2010 empezó a tener problemas de
imagen por las llamadas a revisión de millones de vehículos.
Pero las últimas cifras de ventas indican que General Motors
también está aprovechándose de su máximo competidor.
El mayor problema que tiene ahora GM parece estar en el
continente europeo.
Europa ya ha sido una considerable fuente de fricción en el
interior de GM. En 2009, el entonces consejero delegado, Fritz
Henderson, decidió que la mejor opción para reconstruir General
Motors era deshacerse de su filial europea, Opel, ante el elevado
déficit de sus operaciones.
El entonces presidente del consejo de administración, y hoy
consejero delegado, Ed Whitacre, se opuso a la venta, y finalmente
provocó la salida de Henderson, al considerar que Opel era una pieza
fundamental para el futuro de la empresa.
Pero de momento, las operaciones europeas de GM siguen siendo
deficitarias.
En los tres primeros meses del 2010, GM perdió 500 millones de
dólares en Europa.
"Seguimos perdiendo dinero en Europa. Nuestro enfoque sigue
siendo crear una empresa rentable y sostenible. Nuestros planes
incluyen el despido de más de 8.000 personas y la reducción en
capacidad del 20 por ciento" dijo Liddell el pasado lunes.
A la vista del interés de Whitacre en Opel y el lastre que las
operaciones europeas representan ahora mismo para GM, es lógico
pensar que en el corto y medio plazo, los directivos de la empresa
van a apresurarse en reestructurar Europa. EFE