Londres, 14 ene (.).- La ministra británica de Economía, Rachel Reeves, ha afirmado este martes que "los vientos económicos en contra" que afronta el Reino Unido muestran la necesidad de ir "más lejos y más rápido" en la búsqueda de oportunidades de crecimiento al defender su reciente y criticado viaje a China.
La titular de Economía ha comparecido hoy ante la Cámara de los Comunes (baja) del Parlamento tras su regreso ayer de un viaje al país asiático, cuestionado entre la oposición ya que coincidió con una semana de gran volatilidad para la libra esterlina y con el incremento de los intereses sobre los bonos de deuda pública.
"Hemos visto cómo se producía en la última semana una inseguridad económica a nivel global, pero el liderazgo no va sobre escabullirse de estos desafíos, sino sobre confrontarlos", señaló.
Según la ministra, "los vientos económicos en contra que afrontamos son un recordatorio de que deberíamos, de hecho, debemos, ir más allá y más rápido en nuestro plan para relanzar el crecimiento económico".
En el mercado de deuda, el rendimiento de los bonos con vencimiento a 10 años llegaba en los últimos días a máximos desde 2008, en torno al 4,89 %, mientras que los de 30 años marcaban topes en 27, con una rentabilidad del 5,5 %.
En su comparecencia parlamentaria, Reeves ha defendido que el Gobierno establezca relaciones con China y remarcó que "no entablar negociaciones (con China) simplemente no es una opción" al tratarse de la segunda mayor economía del mundo y el cuarto mayor socio comercial del Reino Unido.
"El crecimiento es la misión número uno de este Gobierno laborista y para hacer crecer la economía, necesitamos ayudar a los grandes negocios británicos a exportar a todo el mundo, lo que incluye a China", ha remarcado.
Argumentó que, como la seguridad y el crecimiento económico van de la mano, eso implica encontrar la manera correcta de construir una relación estable y equilibrada con China, que reconozca la importancia de cooperar en asuntos globales y competir donde difieran los intereses.
Reeves ha dicho que en el viaje pudo trasladar las "verdaderas preocupaciones sobre la economía y el comercio" del Reino Unido a sus colegas chinos, entre ellas, la "guerra ilegal de Rusia en Ucrania, los derechos humanos y las restricciones de derechos y libertades en Hong Kong, como el caso de Jimmy Lai y las sanciones completamente injustificadas a parlamentarios británicos".