París, 14 ene (EFE).- Renault prevé que el mercado español
tardará años en recuperarse y volver a los niveles de ventas
anteriores a la crisis, pero eso no impide que ya haya precisado con
nuevos proyectos el futuro de su base industrial allí, aunque no ha
decidido todavía si seguirá fabricando el Clio.
Este es el mensaje transmitido hoy por el director comercial de
Renault, Jérôme Stoll, que en la conferencia de prensa de
presentación de los resultados comerciales de 2009 advirtió de que
no espera "una recuperación rápida de las ventas en España", tras la
caída del pasado ejercicio.
"Hará falta un cierto número de años" para volver a los niveles
de coches matriculados antes de la crisis, señaló Stoll, que
insistió en que "la verdadera cuestión es el comportamiento de la
economía española".
En cualquier caso, afirmó que Renault tiene capacidad para
mejorar su situación relativa, como ya ocurrió el pasado ejercicio
gracias en particular a la gama del Mégane, y que también hay
potencial para los coches de su marca Dacia.
España, con 115.217 vehículos vendidos (-15,3%) pasó de ser el
tercer mercado en importancia para Renault en 2008 (sólo por detrás
de Francia y Alemania) al sexto al año siguiente, tras ser superado
por Corea del Sur (133.630), Italia (124.271) y Brasil (117.524).
Preguntado sobre esa pérdida de peso relativo y las implicaciones
para la implantación industrial, el director comercial respondió que
"España es una base de producción" y recordó que el grupo francés en
los últimos meses ha anunciado varios proyectos que "permiten dar
visibilidad" al futuro de las factorías españolas.
No quiso dar pistas, sin embargo, sobre si la cuarta generación
del Clio se seguirá ensamblando en Valladolid, como ocurre
actualmente con la tercera, después de que ayer la empresa indicara
que se plantea dejar de hacer ese modelo tanto en España como en
Eslovenia.
Stoll puso el acento en que España no es la principal
localización del Clio (8.000 unidades en el primer semestre de
2009), que básicamente se fabrica en la planta turca de Bursa
(180.000 en ese mismo periodo) y en la francesa de Flins (125.000),
además de en la eslovena de Novo Mesto (17.000).
Pero sobre todo insistió en que "las decisiones sobre este tema
no se han tomado", y recordó que "la renovación del Clio es para
2013", en alusión a la programación de la cuarta generación de este
modelo.
"Estamos en un proceso de decisión que no se ha concluido",
reiteró el director comercial, antes de recordar que el presidente
del grupo, Carlos Ghosn, ha sido convocado por el presidente
francés, Nicolas Sarkozy (el Estado francés tiene el 15% de su
capital), después de que la prensa filtrara la semana pasada la
información de que el Clio iba a dejarse de producirse en Flins para
concentrarse la fabricación en Bursa.
La polémica generada con esa filtración llevó ayer a Renault a
garantizar que en esa planta francesa se continuarán ensamblando los
Clio "ocurra lo que ocurra", y hoy Stoll indicó que "Renault sigue
siendo una empresa francesa", que realiza más de la mitad de su
valor añadido en Francia, donde se fabrican el 25% de sus coches.
EFE
ac/mdo