Bruselas, 19 ene (EFE).- La vicepresidenta segunda del Gobierno,
Elena Salgado, ha asegurado hoy que, para la Presidencia española de
la Unión Europea recién comenzada, la transparencia fiscal
constituye "una prioridad".
La ministra preside hoy en Bruselas su primer Consejo de Economía
y Finanzas europeo (Ecofin), centrado casi exclusivamente en el
difícil paquete de medidas sobre gobernanza fiscal que lleva meses
bloqueado.
Preguntada por las razones de haber programado este delicado
debate entre los ministros, la titular de Economía y Hacienda ha
declarado: "queremos que quede claro que para nosotros es una
prioridad".
"Somos conscientes, y yo lo he dicho siempre en todas mis
declaraciones, de que es necesaria la unanimidad y que, por lo
tanto, va a ser un debate que nos va a llevar tiempo".
"Pero nos parece importante que el conjunto de los países sepa
que para nosotros la transparencia fiscal es una prioridad", ha
subrayado Salgado.
El Ecofín debate, en sesión abierta, el reforzamiento de la
directiva de 2003 sobre la fiscalidad del ahorro, una directiva
sobre recuperación de impuestos y otra sobre cooperación
administrativa en materia fiscal.
Además, la presidencia de turno española ha previsto una
discusión sobre el proyecto de acuerdo en materia de lucha contra el
fraude negociado por la CE con Liechtenstein, así como sobre los
mandatos de negociación para acuerdos similares con Suiza, Andorra,
San Marino y Mónaco.
Todo este paquete permanece encallado por la oposición de
Luxemburgo y Austria, los únicos países de la UE que mantienen el
secreto bancario.
Luxemburgo y Austria permanecen enrocados sobre dos cuestiones.
Por un lado, piden que se apliquen las mismas exigencias de
intercambio de información fiscal automático a los países terceros
competidores y, por el otro, desean que se alargue el periodo de
transición para ellos hasta la firma de un acuerdo con Suiza.
La directiva sobre la fiscalidad de los rendimientos del ahorro,
actualmente en vigor, establece que esos dos Estados miembros
abandonarán su actual sistema temporal de retención en la fuente y
pasarán al régimen de intercambio automático de información fiscal,
una vez que la UE concluya acuerdos contra el fraude con las
principales plazas financieras vecinas.
Como consecuencia de la crisis financiera, esos países terceros
-Liechtenstein, Suiza, Andorra, San Marino y Mónaco- ya se han
comprometido, bajo la presión del Grupo de los Veinte (G-20), a
aplicar los estándares de la OCDE que prevén el intercambio de datos
bancarios entre Estados, "a petición" de una administración fiscal y
no de forma automática.
En diciembre, la presidencia de turno sueca de la UE tuvo que
arrojar la toalla después de constatar que Luxemburgo y Austria no
están dispuestos a entrar en el régimen de intercambio "automático"
de información mientras sólo se exija a otros, especialmente a
Suiza, aplicar las normas menos severas de la OCDE. EFE