Quito, 28 sep (EFE).- Obligar a los banqueros de Ecuador a vender
todas las acciones que tienen en medios de prensa crearía caos en el
país, por lo que el Gobierno acepta que se queden con hasta el 25%,
dijo hoy a Efe el Superintendente de Telecomunicaciones, Fabián
Jaramillo.
El 20 de octubre vence el plazo para que los banqueros y sus
parientes, hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de
afinidad, vendan la mayoría de sus acciones en los medios de
comunicación de Ecuador.
Se podrán quedar con un máximo del 25% de esos títulos, según una
resolución adoptada por la Superintendencia de Bancos y Seguros a
través de la Junta Bancaria.
Ello pese a que el artículo 312 de la nueva Constitución,
redactada en 2008, establece que las entidades o grupos financieros
no pueden poseer participaciones permanentes, totales o parciales,
en empresas ajenas a la actividad financiera.
Además, prohíbe específicamente a entidades o grupos financieros,
sus representantes legales, miembros de su directorio y accionistas
la participación en el control del capital, la inversión o el
patrimonio de los medios de comunicación social.
Jaramillo apuntó que "la disposición constitucional no
especificaba porcentajes y eso podría implicar que, aún teniendo
porcentajes insignificantes de una milésima o una cienmilésima del
capital de una entidad financiera, deberían desinvertir".
"Si miramos el caso general, casi todos los radiodifusores
estarían inmersos en esa situación, porque son personas que tienen
alguna acción en una mutualista, en una cooperativa de ahorro y
crédito, en una serie de instituciones que forman parte del sistema
financiero", señaló.
Ello "implicaría que todo el mundo deba deshacerse de las
emisoras, de los medios de comunicación en general, lo cual creo que
causaría un caos en el país y creo que no es esa la intención, sino
realmente cuando haya una significativa participación", anotó.
Cumplida la fecha límite y de no haberse acatado el proceso, la
Superintendencia de Bancos lo pondrá en conocimiento del Consejo
Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) "para que se inicie el
proceso de reversión conforme está establecido en los cuerpos
legales pertinentes", dijo Jaramillo.
Reiteró que, de ocurrir esto, el Estado recuperaría la frecuencia
que fue concesionada para uso de un tercero, aunque aclaró que el
Estado "no se va a apropiar de los medios".
Con la frecuencia en manos del Estado, el medio "naturalmente" no
podrá seguir emitiendo su señal, pero los equipos permanecerán en
propiedad de los dueños de la concesión, afirmó.
Algunas voces críticas al Gobierno afirman que la medida merma la
libertad de expresión, pero Jaramillo insistió en que "es un mandato
constitucional y la Constitución hay que cumplirla".
De su lado, el ministro de Telecomunicaciones, Jaime Guerrero,
aseguró hoy que las autoridades del sector todavía no han sido
informadas sobre la supuesta venta del canal de televisión
Teleamazonas, crítico al Gobierno.
Fidel Egas, quien controla el canal como presidente del Banco
Pichincha, dijo a principios de mes que ya lo había vendido, aunque
no quiso revelar quién ha sido el comprador.
Al asumir su segundo mandato, el pasado 10 de agosto, el
presidente de Ecuador, Rafael Correa, recordó a los banqueros que
están obligados por la Constitución a vender antes de que finalice
octubre los medios de comunicación u otras empresas que no tengan
que ver con la actividad financiera.
Al tiempo, alertó a la población sobre posibles intentos de
desestabilización de parte de quienes no aceptan los cambios que
está atravesando el país.
Desde el inicio de su Gobierno, en enero de 2007, Correa mantiene
un pulso con algunos medios de comunicación al considerar que
representan los intereses de pequeños grupos en detrimento de la
mayor parte de la sociedad.
La Asamblea Nacional trata actualmente un proyecto de ley de
Comunicación que ha suscitado temores de que pueda limitar la
libertad de expresión de periodistas y de la oposición a Correa,
extremo rechazado por el oficialismo. EFE