París, 7 ago (EFE).- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se
reunirá en próximo día 25 con los representantes de los bancos del
país para recordarles sus compromisos en materia de remuneración de
sus dirigentes con bonificaciones, indicó hoy el Elíseo.
El anuncio coincide con la reunión que mantienen hoy los
banqueros con el primer ministro, François Fillon, en el marco de la
polémica suscitada por el pago de bonificaciones millonarias a los
directivos de las entidades que reciben ayudas estatales para
superar la crisis.
El presidente francés recordará a los banqueros que deben
respetar las reglas adoptadas en la reunión del G-20 de Londres de
abril pasado en materia de pago de remuneraciones extraordinarias a
sus directivos, señaló la Presidencia en un comunicado.
En aquel encuentro, los jefes de Estado y Gobierno participantes
se comprometieron a limitar los pagos de primas de los banqueros.
"Francia está decidida a hacer del respeto a esas reglas en todas
las plazas financieras mundiales uno de los puntos fuertes del G-20
de Pittsburg en septiembre próximo", indicó el Elíseo.
Sarkozy pidió al gobernador del Banco de Francia que "aplique con
firmeza las reglas en vigor, sobre todo, en materia de
remuneración", precisó.
La polémica saltó de nuevo esta semana en Francia tras la
revelación de que el banco BNP Paribas destinará el próximo año
1.000 millones de euros en primas para retribuir a sus directivos,
mientras que se benefició de una ayuda estatal de 5.100 millones de
euros.
Tanto la oposición del Partido Socialista como los sindicatos
consideraron "escandaloso" el pago de esas indemnizaciones.
Por otro lado, en su encuentro con los banqueros Sarkozy les
recordará los compromisos que adquirieron de "preservar los créditos
indispensables para la economía en contrapartida al plan de apoyo al
sector bancario lanzado en octubre de 2008", señaló la Presidencia
en un comunicado.
"El jefe del Estado pretende ante todo garantizar el
mantenimiento de la financiación bancaria de las empresas y los
hogares", indicó.
Francia adoptó un plan de apoyo a las entidades bancarias dotado
de un máximo de 360.000 millones de euros destinado a revitalizar el
crédito y evitar las quiebras de las entidades afectadas por la
crisis.
A cambio, Sarkozy pidió a los bancos que se comprometieran a dar
préstamos para reactivar la economía. EFE