Ángel Calvo
París, 7 ene (EFE).- Acabar con el "desorden monetario" es la
nueva meta que se ha fijado el presidente francés, Nicolas Sarkozy,
en su cruzada para reformar el capitalismo, sobre todo porque la
fuerte devaluación del dólar o del yuan chino frente al euro han
restado mucha competitividad a las empresas que venden en euros.
"El desorden monetario se ha vuelto inaceptable" afirmó hoy
Sarkozy en un coloquio en París titulado "Nuevo mundo, nuevo
capitalismo", en el que denunció el daño para las exportaciones de
las compañías europeas de la devaluación del 50% del dólar durante
la crisis financiera global.
A su juicio, esa situación que "falsea todos los cálculos y sesga
todos los comportamientos" puede comprometer las iniciativas
internacionales para combatir la crisis, y por eso defendió que si
"el mundo se ha vuelto multipolar, el sistema monetario debe pasar a
ser multi-monetario".
El presidente francés -que no precisó si un sistema
"multi-monetario" remite a la idea de una cesta de grandes divisas
como referente mundial-, tiene la intención de que ésa sea una de
las prioridades durante la presidencia del G8 y del G20 que su país
ejercerá en 2011.
Advirtió de que "no nos callaremos con algunos Estados que no
respeten las normas fijadas por el G20", en particular las normas
contables, aunque no dio nombres.
Dentro de la reforma del sistema institucional internacional,
Sarkozy mostró su voluntad de que este año se tome una decisión
sobre el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que a su juicio no se
puede continuar sin que haya ningún representante de Latinoamérica,
de África, o que tampoco esté un país tan poblado como India.
"Quién puede pensar que se puedan arreglar los problemas del
mundo sin Brasil, sin India, sin África", se preguntó retóricamente,
antes de abogar por "una reforma provisional" del Consejo de
Seguridad, y por "ampliar los miembros".
Sarkozy criticó que las reglas comerciales sean las únicas que se
apliquen, propuso que se pongan al mismo nivel las normas
sanitarias, sociales o medioambientales fundamentales, y que para
garantizar su cumplimiento, por ejemplo, sean un criterio para que
un país pueda acceder a la financiación del FMI.
El primer ministro portugués, el socialista José Socrates, dedicó
su discurso de apertura del coloquio para hacer un alegato en favor
de una mayor coordinación económica europea, que a su parecer debe
ser "la prioridad de las prioridades" durante el semestre de
presidencia española de la UE iniciado el pasado día 1.
"Europa tiene mucho que hacer en la coordinación económica",
señaló Socrates, que consideró "absolutamente fundamental" que haya
"una diplomacia europea con una sola voz", ya que las disonancias
que se constatan actualmente en las instancias internacionales
constituyen "un fracaso".
Para el jefe del Ejecutivo luso, el refuerzo de la UE no es sólo
beneficioso para sus miembros sin que "el mundo necesita Europa",
que con la crisis ha puesto en evidencia que puede actuar de
precursora y "responder a los desafíos mundiales".
A la conferencia sobre el nuevo capitalismo también acudió el
ministro brasileño de Exteriores, Celso Amorim, que aprovechó para
pedir que en la agenda internacional se restablezca el objetivo de
lograr un acuerdo en la Organización Mundial del Comercio (OMC), que
permita cerrar el llamado Ciclo de Doha.
"Hay que concluir el Ciclo de Doha", insistió Amorim, que dijo
que se podría conseguir con la voluntad que los líderes mundiales
demostraron en la cumbre sobre el cambio climático de Copenhague en
diciembre, y que un compromiso en la OMC es uno de los puntos que no
se ha resuelto con la movilización internacional frente a la crisis.
EFE
ac/pam