Moscú, 10 nov (EFE).- Rusia no descartó hoy la posibilidad de
querellarse contra General Motors (GM) por haber cancelado la venta
de Opel al consorcio integrado por la empresa canadiense Magna y el
banco estatal ruso Sberbank.
"Actualmente, estamos celebrando consultas con GM, por cuanto
habíamos entablado unas relaciones jurídicas que ahora tenemos que
rescindir", dijo a la prensa el presidente del Sberbank, Herman
Gref.
Este responsable indicó que Sberbank espera resolver sus
problemas con GM "sin recurrir a los procedimientos judiciales",
pero advirtió de que caso de necesidad no dudarán en recurrir a los
tribunales, según la agencia Interfax.
"Si hace falta, estamos dispuestos a defender nuestra postura en
los tribunales", aseguró Gref, quien dijo desconocer los móviles del
inesperado cambio de decisión de GM.
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, criticó la semana pasada
la actitud de General Motors, aunque aseguró que ésta no afectará
los intereses de Rusia.
"Esto no perjudicará nuestros intereses, pero habla sobre la
singular actitud de los socios estadounidenses con sus
contrapartes", señaló Putin durante una reunión del Gobierno.
El jefe del Gobierno subrayó que "ésta es precisamente una
lección" y Rusia debe "tener en cuenta en el futuro este estilo de
trabajo con los socios".
Además, Putin se quejó de que GM no advirtió a nadie y que actuó
con una política de "hechos consumados, pese a los acuerdos
alcanzados y los documentos suscritos".
Mediante la transacción con GM, el Gobierno ruso esperaba acceder
a tecnologías modernas en el sector de automoción, aunque algunos
economistas criticaron la posible compra de Opel por suponer una
cuantiosa inversión en economías ajenas en tiempos de crisis. EFE