Jordi Kuhs
Viena, 12 sep (EFE).- El mercado internacional de crudo vivió una
semana de altibajos, marcada por la decisión de la OPEP de mantener
una vez más sin cambios su producción y las nuevas perspectivas
optimistas de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
La semana comenzó con fuertes subidas de los precios, impulsadas
por la debilidad del dólar estadounidense y la incertidumbre acerca
de la decisión de la reunión ministerial de la OPEP el miércoles en
Viena.
Pero al cierre semanal, los precios bajaron por encima del 3 por
ciento, y el Petróleo Intermedio de Texas (WTI) se situaba en 69,27
dólares por barril, sólo un 1,8 por ciento por encima de la semana
anterior, mientras que el Brent se vendía a 68,50 dólares, un 2,5
por ciento más.
Por su parte, el precio del petróleo de la OPEP, calculado como
promedio de 12 tipos de crudo, cotizaba el jueves a 69,23 dólares
por barril, un 4,8 por ciento más que al inicio de la semana, aunque
sin tener en cuenta la sesión bajista del viernes.
Los precios descendieron al final de la semana tras conocerse que
las reservas semanales en EEUU se redujeron y a pesar de que la AIE
revisara al alza sus previsiones de consumo global de crudo.
La AIE constató la "creciente evidencia de que la economía global
puede estar finalmente estabilizándose", análisis que la OPEP tomó
con cautela al decidir por tercera vez en el año no tocar su
reducida oferta de producción.
Tras caer a menos de 35 dólares en diciembre, desde los casi 150
dólares que alcanzó en julio de 2008, los precios del petróleo se
han recuperado en los últimos meses hasta superar los 70 dólares, un
nivel que los socios de la OPEP consideran como "satisfactorio".
El más reciente informe mensual de la AIE, emitido el pasado
jueves, destaca que existe "una creciente evidencia" de que la
economía mundial se esté finalmente estabilizando.
Los analistas de la agencia calculan ahora que el consumo mundial
de petróleo será este año de una media diarias de 84,4 millones de
barriles, 490.000 barriles más de los previstos en agosto, lo que no
impedirá que la cifra suponga un retroceso del 2,2% respecto a 2008.
La agencia también revisó al alza sus pronósticos para 2010, y
ahora piensa que la demanda será de 85,7 millones de barriles
diarios, 450.000 barriles más que le estimación anterior.
Esas correcciones se deben en buena medida a unas expectativas
superiores para Norteamérica y China.
Por su parte, la OPEP estimó que demanda subirá en 2010, pero de
manera más moderada, sólo en unos 100.000 barriles diarios.
En todo caso, el secretario general del grupo, el libio Abdalá
El-Badri, destacó que esperanza de la OPEP de que la recesión
mundial "esté en su parte final".
"Hay una recesión que es comparable a 1930, tenemos que trabajar
en una línea muy fina (con los precios), no queremos tomar medidas
que dañen la economía", explicó la decisión de mantener estable la
producción del cártel.
En cuanto a la especulación en el mercado, que ha venido
impulsando los precios en los últimos años, la OPEP se resignó a
constatar que "no va a desaparecer".
El próximo presidente de turno de la OPEP, el ministro de Minas y
Petróleo ecuatoriano, Germánico Pinto, destacó esta semana en Viena
que su gestión al frente del grupo se centrará en la lucha contra la
especulación financiera con contratos de crudo.
"El tema que realmente nos preocupa es la especulación. Cuando la
especulación entra a generar volatilidad de precios, evidentemente
ahí sí estamos en una dificultad", subrayó el ecuatoriano, cuyo país
es el miembro más pequeño de la OPEP. EFE