Washington, 20 may (EFE).- El Senado aprobó hoy la reforma del
sistema financiero de Estados Unidos, lo que constituye una
importante victoria política para el presidente Barack Obama.
La legislación, que busca impedir que se repita una crisis que
hace dos años empujó al país a la recesión, fue aprobada por 59
votos a favor y 39 en contra, y ahora debe ser armonizada con un
proyecto similar aprobado en diciembre por la Cámara de
Representantes.
Fuentes políticas indicaron que se espera que la versión final
del proyecto llegue a la Casa Blanca para su promulgación antes del
4 de julio, Día de la Independencia de EEUU.
Durante los últimos meses, el presidente Obama llevó a cabo una
intensa campaña para pedir al Congreso la aprobación de la reforma
que, según afirmó, ayudará a impedir "los abusos y excesos" que
llevaron a lo que calificó como la peor crisis de las últimas
generaciones.
Según ha señalado, las nuevas normas que involucra la reforma
permitirán un funcionamiento justo de los mercados y el control de
ciertas prácticas de la industria financiera.
La iniciativa propone nuevas formas de supervisar el sistema
financiero e incluye la creación de un organismo que se encargará de
proteger los derechos de los consumidores.
Asimismo, establecería controles sobre las operaciones
interbancarias y exigiría un cumplimiento exhaustivo de los
requisitos para quienes soliciten préstamos hipotecarios, para no
arriesgar el incumplimiento de pagos.
"Nuestro objetivo no es castigar a los bancos sino proteger al
pueblo de EEUU de los altibajos que hemos visto en los últimos
años", manifestó Obama después de que el Senado eliminara la última
barrera que se presentaba para la aprobación del proyecto.
Tanto hoy como en sus anteriores discursos sobre la reforma,
Obama señaló que la industria financiera habia gastado millones de
dólares en publicidad para impedir la aprobación.
Según el senador republicano Richard Shelby, que votó en contra
de la aprobación, una vez promulgada la ley de reforma financiera
tendrá un enorme impacto en la vida de los estadounidenses.
"El juicio final no estará en los comunicados autocomplacientes
sino en el mercado...y el mercado no otorga crédito nada más que por
tener buenas intenciones", manifestó. EFE