Washington, 15 mar (EFE).- El presidente del Comité de la Banca
del Senado de EE.UU., el demócrata Christopher Dodd, presentó hoy
una reforma financiera que aumenta el poder de la Reserva Federal y
las regulaciones del sector, con el objetivo de conjurar más crisis.
De aprobarse, sería la mayor reforma del sistema regulatorio de
las entidades financieras desde la época del "New Deal", propuesto
por el entonces presidente Franklin Roosevelt para mitigar los
efectos de la "Gran Depresión" de la década de 1930 en Estados
Unidos.
"Los fracasos que condujeron a esta crisis requieren de una
acción contundente. Debemos restablecer la responsabilidad y
rendición de cuentas en nuestro sistema financiero para que los
estadounidenses tengan la confianza de que existe un sistema que
funciona y los protege", dijo Dodd durante una rueda de prensa.
"Debemos crear un cimiento firme para el crecimiento económico y
la creación de empleos", agregó el senador, que señaló que la crisis
financiera en Estados Unidos ha dejado a millones sin empleo, y ha
causado la quiebra de negocios, una baja en el valor de las casas y
la merma del ahorro.
El legislador presentó su medida casi 18 meses después del
estallido de la crisis financiera en 2008.
La legislación que propone Dodd, sin embargo, no contiene una
amplia reestructuración de las regulaciones financieras que prefiere
la Casa Blanca o la que está incluida en la versión que ya aprobó la
Cámara de Representantes.
En un comunicado, el presidente Barack Obama elogió la propuesta
de Dodd, se comprometió a trabajar con el Senado para "fortalecer"
la iniciativa y a luchar contra cualquier esfuerzo para debilitarla.
"No podemos esperar más una verdadera reforma financiera que
aporte más rendición de cuentas en el sector financiero y asegure
que el contribuyente estadounidense nunca más tenga que responder
por la irresponsabilidad de nuestros grandes bancos e instituciones
financieras", dijo Obama.
Entre otros elementos, el proyecto de ley da a la Reserva Federal
más poderes para regular las actividades de las empresas financieras
más grandes de Estados Unidos y crea una oficina de protección de
los consumidores.
Esa oficina, que operará dentro de la Reserva Federal, tendrá
autoridad para asegurar que los usuarios reciban "información clara
y precisa" cuando soliciten préstamos hipotecarios, tarjetas de
crédito y otros productos financieros.
Cualquier entidad financiera, desde pequeñas empresas
prestamistas hasta las megacorporaciones bancarias, estará sujeta a
los nuevos reglamentos que establezca esa oficina.
Los bancos con bienes superiores a los 10.000 millones de dólares
afrontarían sanciones si violan los reglamentos de protección al
consumidor.
La propuesta también incluye un Consejo de Supervisión para la
Estabilidad Financiera, compuesto por nueve miembros, que someterá a
las grandes instituciones, como la aseguradora American
International Group (AIG), a la supervisión de la Reserva Federal.
La tarea principal de este Consejo será identificar y responder a
los "riesgos sistémicos de grandes empresas, productos y actividades
antes de que amenacen la estabilidad de la economía".
Así, la Reserva Federal podrá intervenir y dividir a las grandes
compañías financieras que presenten una "grave amenaza" para la
salud del sistema financiero. Pero eso requeriría, en todo caso, la
aprobación de dos terceras partes del Consejo.
Según la oficina de Dodd, la legislación pone fin a la
posibilidad de que los contribuyentes estadounidenses vuelvan a
salir al rescate de las empresas financieras, porque además crearía
una forma "segura" para liquidar a las firmas que han fracasado. EFE