Isabel Saco
Ginebra, 6 oct (EFE).- El mercado de la telefonía móvil sigue
expandiéndose y de aquí a final de año habrá 4.600 millones de
suscripciones en el mundo, de las que 600 millones serán de líneas
de banda ancha, útiles para la descarga de datos y navegar en
internet, entre otras aplicaciones.
Esto supone que 67 de cada cien personas tendrá un teléfono
móvil, frente a 17,8 personas que tienen una línea fija de teléfono,
según estadísticas publicadas hoy en Ginebra por la Unión
Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
"La crisis económica ha tenido un impacto relativamente pequeño
en la utilización de las tecnologías de la comunicación", declaró la
experta de la UIT, Susan Telscher, en una conferencia de prensa en
el marco del evento World Telecom, la mayor feria de
telecomunicaciones del mundo que se celebra esta semana en Ginebra.
El crecimiento del mercado de móviles se debe recientemente a los
países en desarrollo (particularmente a la India, con 480 millones
de suscriptores, y China, con 750 millones), donde este tipo de
telefonía ha penetrado más rápido que cualquier otra tecnología
anteriormente, explicó la responsable de las estadísticas.
Se calcula que para finales de 2009, el 56 por ciento de la
población de los países en desarrollo dispondrá de un teléfono
móvil.
En esta previsión hay que considerar, sin embargo, que compartir
una línea de móvil es una práctica común en los países en numerosos
países en desarrollo.
En el otro extremo están los usuarios, sobre todo en naciones
ricas, que tienen más de una tarjeta SIM.
Lo cierto, según lo corrobora el informe, es que los teléfonos
móviles han logrado penetrar en las sociedades y las economías en un
tiempo extraordinariamente corto.
A ese respecto, el análisis de la UIT revela que el mundo en
desarrollo ha alcanzado en promedio el mismo nivel de penetración de
móviles que Suecia tenía hace diez años, un avance que no se ha
logrado, ni de lejos, para otro tipo de indicadores de desarrollo
humano, como la mortalidad infantil.
En ese ámbito, los países en desarrollo están al nivel de Suecia
hace nada menos que 72 años, precisó Telscher, a título comparativo.
El acceso a internet también experimenta un crecimiento
vertiginoso y se calcula que la cuarta parte de la población mundial
está conectada y utiliza internet en 2009, mientras que los abonos
de banda ancha (acceso a internet a alta velocidad) han llegado a
500 millones en todo el mundo (tres veces más que hace cinco años).
No obstante, es en el ámbito del acceso a internet en el que es
más visible la llamada "brecha digital" que separa a los países de
ingresos altos y bajos.
De manera general, la penetración media de internet (línea de
velocidad normal) es del 17,5 por ciento en los países en
desarrollo, lo que representa alrededor de 1.000 millones de
usuarios (un tercio se encuentra en China), mientras que en los
países desarrollados alcanza el 64 por ciento, indicó Telscher.
La desigualdad tecnológica se evidencia todavía más cuando se
mide la penetración de internet por banda ancha, que en los países
en desarrollo alcanza apenas un 3,5 por ciento, frente a un 23,3 por
ciento en el mundo industrializado.
Asimismo, el informe de la UIT pone al descubierto que la
diferencia es más marcada si se analiza el coste de tener acceso a
internet, que es "prohibitivo" en los países en desarrollo, según
reconoció Telscher.
En ese caso, el coste medio es de 289 dólares mensuales
(calculados en función de la paridad del poder adquisitivo), "lo que
representa el 300 por ciento del ingreso per cápita", añadió la
experta.
Comparativamente, el coste de una línea fija de banda ancha para
internet supone "el 2 por ciento del ingreso mensual" en los países
ricos, recalcó.
Ello explica en gran medida que, por ejemplo, en África haya un
suscriptor de una línea de banda ancha para internet por cada 1.000
habitantes, con respecto a 200 por cada 1.000 personas en Europa.
EFE