Adriana Flores Bórquez
Atenas, 24 feb (EFE).- Los sindicatos de Grecia mostraron hoy
músculo con una huelga general, secundada por un 80 por ciento de
los empleados del sector público y privado, en protesta contra las
medidas anticrisis anunciadas por el Gobierno socialista.
El paro laboral de más de un millón de empleados paralizó al país
helénico durante gran parte del día, una jornada marcada por grandes
protestas y algunos incidentes violentos entre manifestantes y la
policía antidisturbios.
Unos 150 radicales encapuchados rompieron cristales de algunas
tiendas al paso de una de las manifestaciones y la policía
antidisturbios lanzó gases lacrimógenos para dispersarlos.
Todas las oficinas públicas, hospitales, universidades y gran
parte del transporte público urbano no funcionaron hoy en Grecia,
mientras que todos los servicios de trenes y aviones fueron
suspendidos hasta las 06.00 (04.00 GMT) de mañana, jueves.
En los hospitales públicos los médicos sólo atendieron los casos
de máxima emergencia, mientras que las cadenas de televisión y las
radios no emitieron noticieros.
Eso sí, en el sector turístico no hubo huelga mientras que
algunos supermercados y otras tiendas sí abrieron hoy.
Los sindicatos se mostraron hoy satisfechos ante la "muy alta
participación" en la huelga, aseguraron a Efe fuentes sindicales.
Los representantes sindicales anunciaron más protestas contra las
medidas del Gobierno para las próximas semanas.
El objetivo es que el Gobierno "comprenda que no puede suprimir
los derechos laborales", dijo a Efe Stathis Anestis, portavoz del
sindicato GSEE, que aglutina a los trabajadores del sector privado.
Dos grandes manifestaciones llenaron hoy el centro de Atenas, con
especial fuerza de los trabajadores comunistas que no dan tregua al
gobierno del primer Giorgios Papandreu.
Una pancarta del ADEDY leía "Decimos NO a la austeridad y al
desempleo", que roza el 10 por ciento y puede subir al 20 por
ciento, según reconoce el propio ejecutivo socialista.
En otras se pudieron leer lemas como "no seremos nosotros quienes
paguemos por la crisis de los ricos" o "el pueblo y sus necesidades
son más importantes que los mercados".
Giorgos Peros, portavoz del sindicato comunista PAME, afirmó que
"el pueblo tiene ganas de seguir luchando por sus derechos y no
habrá cohesión con el gobierno sobre las políticas antipopulares".
La policía griega calcula que la participación en las
manifestaciones de Atenas fue en torno a unas 20.000 personas,
cuando los sindicatos lo elevaban hasta al menos el doble.
La huelga, convocada por GSEE y ADEDY, se dirige contra las
estrictas medidas de austeridad, impuestas a Grecia por la Unión
Europea (UE) por su desbordante endeudamiento.
Papandreu, electo en octubre pasado, quiere recortar los sueldos
de los funcionarios públicos, reducir el gasto social en un 10 por
ciento y aumentar algunos impuestos para reducir el déficit público
en 4 puntos porcentuales este año.
Ante la huelga de hoy, el primer ministro había expresado su
comprensión por el malestar popular aunque recordó al mismo tiempo
que el Estado griego simplemente "no tiene más dinero".
La deuda pública griega supera el 110 por ciento del Producto
Interior Bruto (PIB) y Atenas debe refinanciar este año unos 53.000
millones de euros de su deuda.
Los sindicatos aseguran que el Gobierno ahorra en los lugares
equivocados y exige que el ahorro se reparta de forma más justa para
que empleados y jubilados no sean lo que pagan por los efectos de la
crisis, la más severa en décadas. EFE
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