Ginebra, 16 jun (EFE).- Los sindicatos españoles denunciaron ante
la conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) los planes de ajuste presupuestarios aprobados por diversos
países europeos, entre ellos España, y el incumplimiento de los
gobiernos de sus compromisos de crear empleo.
El delegado de los trabajadores españoles ante la Conferencia
Internacional del Trabajo, que se celebra en Ginebra, Javier Doz,
criticó los planes de ajuste aprobados por gobiernos de la UE, que
se habían comprometido a mantener las políticas de estímulo de la
demanda este año, y a colocar el empleo y la protección de los
desempleados como objetivos prioritarios.
Doz, también secretario confederal de Internacional de CCOO,
subrayó que dichos planes se basan en reducciones o congelaciones de
salarios y pensiones, menores prestaciones sociales, fórmulas de
copago de los servicios públicos gratuitos y disminución de la
inversión pública, y cuando se hacen subir los impuestos, son los
indirectos, "pero sobre objetivos y políticas de empleo: nada".
Denunció que en el caso de España los planes van acompañados de
una reforma del mercado laboral, para "flexibilizarlo" y recortar
los derechos laborales, y de los sistemas públicos de pensiones,
para disminuir sus prestaciones.
"Se trata de que todo el coste de la crisis lo paguen los
trabajadores y las clases medias, nunca los poseedores de capital y
patrimonio", destacó.
Dijo que el español es "uno de los planes de ajuste más duros de
Europa" y criticó que está a punto de aprobar, sin acuerdo con los
interlocutores sociales, una reforma laboral que facilita el despido
y el incumplimiento de los convenios colectivos.
También "anuncia una reforma del sistema de pensiones que
disminuiría su cuantía futura y prolongaría obligatoriamente la edad
de jubilación", agregó.
Agregó que la justificación de que este giro en la política lo
exigen los mercados "atenta a la democracia", porque los mercados
financieros están dominados por los grandes fondos de inversión, los
que provocaron la crisis y luego fueron salvados por los gobiernos
con el dinero de los contribuyentes.
"Este proceso conlleva un grado de injusticia social que es
política, intelectual y moralmente intolerable", señaló.
Y advirtió de que la depresión de la demanda que producirán estas
políticas afectará gravemente a las posibilidades de recuperación de
la economía y el empleo.
Por ello, aseguró que el sindicalismo europeo va a seguir con las
movilizaciones generales en numerosos países, y que habrá una
convergencia de las acciones el 29 de septiembre -entre otros en
España con una huelga general-, fecha en la que la Confederación
Europea de Sindicatos ha convocado una Jornada de Acción Europea.
EFE