San Juan, 6 nov (EFE).- Los líderes de los principales sindicatos
y grupos sociales de Puerto Rico advirtieron hoy sobre la
posibilidad de convocar una huelga general indefinida contra el
despido de miles de funcionarios, a pesar del escaso apoyo popular
de la manifestación celebrada hoy en San Juan.
La manifestación convocada en dos puntos de la capital, que
pretendía mostrar la adhesión a los sindicatos, fue secundada por
centenares de simpatizantes en una jornada sin incidentes en la que
la población no respondió al llamado de las agrupaciones de
trabajadores.
El portavoz del Frente Amplio de Solidaridad y Lucha (FASyL) y la
Coordinadora Sindical, Luis Pedraza, reconoció a Efe la escasa
asistencia de seguidores a la marcha que recorrió el casco histórico
del Viejo San Juan para terminar frente a la residencia del
gobernador, Luis Fortuño.
Pedraza justificó la pobre asistencia de manifestantes por haber
anunciado esta semana la Junta de Reestructuración y Estabilización
Fiscal (JREF) que se aplazará por errores procesales el despido
previsto para hoy de 7.191 empleados públicos hasta el próximo
enero.
"La poca asistencia de hoy es efecto del retraso en dos meses en
el despido de 7.191 trabajadores", dijo Pedraza, tras recordar que,
en cualquier caso, esos funcionarios perderán sus trabajos el
próximo enero.
Por ello, el líder sindical advirtió de la posibilidad de
convocar una huelga general indefinida, aunque no dio detalles de
esa medida de presión.
Pedraza reconoció que una huelga general indefinida golpearía
directamente a los intereses empresariales de la isla y a la
actividad en general del país, lo que aclaró podría hacer
reflexionar a Fortuño sobre su política laboral, que prevé el
despido de al menos 17.000 empleados públicos.
Por su parte, el portavoz de la "Coalición Todo Puerto Rico por
Puerto Rico", el obispo luterano Felipe Lozada, reconoció a Efe que
la huelga general indefinida "es una posibilidad real".
Lozada, cuya organización convocó a sus simpatizantes en el
distrito de Santurce, junto a varias agencias gubernamentales, dijo
que, no obstante, se trataría de una opción muy "dolorosa" para el
país.
El líder religioso rechazó además de forma rotunda que exista
"gigantismo gubernamental" en Puerto Rico, excusa utiliza, a su
juicio, por el Ejecutivo de Luis Fortuño para poner en marcha un
plan de despidos de miles de funcionarios.
"En quince estados de Norteamérica hay porcentualmente el mismo
número de funcionarios y en veinte incluso más", sostuvo para
refutar los argumentos del Gobierno del Partido Nuevo Progresista
(PNP).
Por su parte, Fortuño dijo hoy no estar preocupado por la
convocatoria de una huelga general indefinida, además de señalar que
seguirá adelante con su plan de despidos, que entiende como única
vía para equilibrar las maltrechas finanzas públicas.
"La huelga debe ir dirigida a otro. El culpable de esto es quien
estaba aquí -en La Fortaleza- antes que yo y que tenía un plan de
cómo atender este asunto e hizo todo lo contrario, siguió gastando
más de lo que se podía", dijo en alusión al anterior gobernador,
Aníbal Acevedo Vilá.
"Él -Acevedo Vilá- es el irresponsable e insensible", indicó al
ser preguntado sobre el futuro de los despedidos.
Fortuño destacó además que el mantener en la nómina estatal dos
meses más a los 7.000 empleados que hoy iban a ser despedidos le
costará a las arcas públicas cerca de 60 millones de dólares.
La manifestación de hoy contra los despidos sigue a una huelga
general de un día celebrada el pasado 15 de octubre y a otra marcha
celebrada el pasado mayo en San Juan.EFE