Roma, 7 dic (EFE).- La agencia de calificación de riesgos
Standard & Poor's (S&P) informó hoy de que mantiene su evaluación de
la deuda pública italiana a largo plazo de 'A+', así como la de
'A-1' a corto plazo y de que la perspectiva es "estable" para el
país transalpino.
La agencia de calificación confirmó además su estimación de 'AAA'
para el riesgo de convertibilidad y transferencia de fondos, en un
comunicado.
S&P precisó que su confirmación de una perspectiva estable para
Italia refleja sus expectativas de que el gobierno comenzará a
implementar un programa estructural y de gasto orientado a la
reducción del déficit en 2010.
Asimismo, apuntó que para alcanzar ese objetivo esperan que sean
anunciadas medidas correctoras en el Programa de Estabilidad del
Gobierno, a principios del mismo año.
Los analistas consideraron que "la flexibilidad de la fiscalidad
italiana sigue siendo muy limitada", al tiempo que estimaron que la
deuda pública en 2010 se situará en el 116 por ciento del Producto
Interior Bruto (PIB), es decir cuatro veces la media de los países
que cuya valoración es de A.
Standard & Poor estableció además que a causa de un "débil punto
de partida" de las finanzas públicas de Italia, el Gobierno se vio
limitado en su respuesta a la recesión, por lo que presentó un
"modesto" paquete de actuaciones de estímulo fiscal, equivalente al
2,8 por ciento del PIB en el periodo 2008-2011.
A ello debe añadirse la dura contracción registrada por la
economía italiana, que ha comportado un ulterior deterioro de las
finanzas públicas, por encima de las previsiones de la misma agencia
hechas el pasado enero.
Standard & Poor's señaló también que las perspectivas para una
aproximación más agresiva a la consolidación fiscal siguen estando
dificultadas por una relativa debilidad en las perspectivas de
crecimiento económico.
La agencia de calificación precisó la necesidad de abordar la
rigidez estructural del sistema italiano, especialmente en el
mercado laboral.
Asimismo, señaló que como resultado de esa "inflexibilidad", el
bajo aumento de productividad y una continuada erosión de la
competitividad internacional, consideran que el potencial de
crecimiento de la economía es bajo. EFE