Londres, 28 jul (EFE).- La agencia de medición del riesgo
Standard and Poor's advirtió hoy de que la recuperación de la banca
europea tras tres años de crisis es aún frágil, debido sobre todo a
la falta de ingresos y a la incertidumbre en cuanto a la
financiación.
En un comunicado, S&P explica que detecta una gran disparidad en
la calidad de los activos de los diferentes bancos en el continente,
y subraya que éstos tienes perspectivas débiles de crecimiento para
el 2010.
La crisis puso de manifiesto la insuficiente liquidez y reservas
de capital de muchas instituciones, mientras que la recesión de 2009
hizo aumentar las suspensiones de pagos de las empresas e incrementó
las pérdidas en préstamos de la mayoría de los bancos.
S&P mantiene unas perspectivas negativas para el 25 de los 50
principales bancos europeos, con al menos seis rebajas de
calificaciones crediticias en la primera mitad de este año.
"Vemos una perspectiva mixta, pero predominantemente negativa
para la calidad del crédito de los bancos europeos en el 2010",
declaró el analista Miguel Pintado.
"Varios factores continuarán influyendo en nuestras
calificaciones de los grupos bancarios europeos: el apoyo
gubernamental, un factor clave; la calidad de los activos y su
impacto en la capacidad para generar ingresos; las estrategias de
financiación y capitalización en un contexto de cambios en la
regulación y el impacto de esa reforma", añade.
Pintado señala que es posible que durante este año continúen las
pérdidas en las carteras de préstamos de los bancos, algo que no se
frenaría hasta el 2011.
La calidad de los activos continúa bajo presión en España,
Italia, Irlanda y Grecia, debido al lento crecimiento económico y a
las grandes correcciones en sus mercados inmobiliarios, mientras que
la situación ha mejorado en el Reino Unido, Escandinavia, Francia y
en parte en Alemania, señala la agencia.
La financiación sigue siendo un problema importante para los
bancos que dependen de obtenerla de los mercados mayoristas, que han
endurecido sus condiciones.
"Creemos que algunos bancos que dependen de financiación
extraordinaria de los bancos centrales podrían sufrir si esta fuente
cesara de existir", apunta Pintado. EFE