Seúl, 15 sep (EFE).- El fabricante surcoreano de automóviles
Ssangyong Motor presentó hoy un plan de viabilidad que incluye la
cancelación del 80 por ciento de la participación de su mayor
accionista, Shanghai Automotive, informó la agencia Yonhap.
El plan de recuperación presentado por Ssangyong a sus acreedores
también establece la conversión de 219 millones de euros de su deuda
en nuevas acciones.
Los problemas financieros de Ssangyong se agravaron cuando el
fabricante chino Shanghai Automotive, que posee el 51 por ciento de
la compañía, decidió abandonarla a principios de año.
El fabricante surcoreano se acogió entonces a las leyes de
protección de bancarrota a la espera de que sus acreedores acepten
este plan de viabilidad para la continuidad de las operaciones.
El banco estatal surcoreano de Desarrollo (KDB), su principal
acreedor, ha rechazado rescatar a la compañía y aumentar su apoyo
financiero para una empresa que tiene un pasivo por valor de cerca
de 700 millones de euros.
El KDB ha rechazado financiar a la compañía para que construya un
nuevo modelo, después de registrar unas pérdidas de 99 millones de
euros en el segundo trimestre del año y una caída de las ventas del
66 por ciento hasta los 123 millones de euros.
Hoy terminaba el plazo para presentar el plan ante el tribunal de
gestión de bancarrotas de Seúl y ahora se espera que en noviembre la
justicia surcoreana y los acreedores decidan si la compañía
desaparece o se inclinan por rescatarla.
Como parte de su plan de reestructuración, Ssangyong había
planeado un recorte de 2.646 trabajadores (un 36 por ciento de su
plantilla), de los cuales 1.700 abandonaron la compañía a través de
programas de jubilación voluntarios.
Estos recortes de plantilla motivaron las protestas de los
trabajadores, que se mantuvieron en huelga durante casi tres meses,
en los que ocuparon la planta de Pyeongtaek, a 70 kilómetros al sur
de Seúl, y mantuvieron diversos enfrentamientos con la policía.
En agosto, Ssangyong reinició su producción, pero bajo la amenaza
de una previsible bancarrota en caso de no contar con un plan viable
y con nuevos inversores privados. EFE